5. Roto.

2.1K 299 193
                                    


Maximus, Frank y Fargan caminaban por delante de Willy. El chico rubio contemplaba desde atrás cómo se terminaban de poner al día, tanto con lo que ocurrió en Karmaland desde que Vegetta y los demás habían desaparecido, hasta lo que habían hecho desde que llegaron a aquella extraña isla. No obstante, a él no le apetecía hablar, su mente estaba centrada en cierto chico de ojos amatistas, no podía evitar estar preocupado por él. El supuesto "novio" de Vegetta no parecía mal chico, pero nunca se era demasiado desconfiado cuando estaba en juego la persona más importante de tu vida.

Y lo que más le preocupaba a Willy era que, a pesar de saber que el tótem no parecía ser una mala persona, tenía una sensación desagradable en la boca del estómago, la que se siente cuando sabes que algo va a salir mal.

Sí, la cuarta dimensión era la mejor a la que ir – escuchó la voz de Maximus – cuando era Sapo Peta estuve revisando todas las opciones que existían y fue la que más me convenció. Aunque no entiendo por qué Titi no cruzó... creo que recordar que atravesó el portal conmigo.

sTaXx bajó sutilmente su cabeza ante la mención del nombre de su hijo, pero no quería venirse abajo. Deprimido no sería capaz de dar todo por recuperarlo y, si algo tenía pensado hacer, era traerlo de vuelta.

¿Puede que llegara aquí con vosotros? – preguntó Fargan.

Lo dudo, la isla no habría durado en pie ni un par de días – comentó Maximus concentrado –, tampoco los huevos.

¿No decías que había una Federación o algo así? – preguntó Willy que caminaba tras ellos. Había decidido prestar atención a lo que estaban hablando sus amigos o se volvería loco por no saber cómo le iba a su Vegettita. – ¿Y si ellos lo tienen?

Maximus se detuvo en seco y abrió los ojos. Willy tenía razón, esa opción era una posibilidad. Ya habían descubierto que la Federación tenía muchos secretos y, si se encontraban con un niño tan poderoso y resistente como Titi, no dudarían en analizarlo. Puso uno de sus dedos por encima del labio, pensativo.

Por otro lado, también estaba la opción de que se hubiera quedado atrapado en un limbo del cual no podía salir. Sea como fuere, ambas opciones podrían comprobarse. Él intentaría utilizar los pocos poderes que le quedaban para abrir un portal hasta donde estuviera Titi y, sin importar si estaba con la Federación o perdido, lo traerían de vuelta.

El único problema era que tenía algo de miedo por las represalias que podría ejercer la Federación. Si Vegetta estuviera con ellos, tendría más confianza en realizar aquella misión. Nadie podía negar lo evidente, su amigo era el héroe más grande y poderoso de Karmaland, así como la persona más fuerte de la isla. Sabía que la Federación le tenía miedo y respeto y era consciente de la razón, Vegetta siempre conseguía lo que se proponía, así que si los ayudaba, no habría nada que no pudieran hacer.

Cuando lleguemos a mi casa, necesito que me ayudéis. Tengo algunos escritos con las magias que usaba en Karmaland...

¿Por qué la necesitarías? – preguntó Frank, mirándole.

Bueno, digamos que no estamos del todo "completos" en este lugar. No sabemos cómo llegamos aquí y, al llegar, tampoco sabíamos de dónde veníamos. Poco a poco nuestra memoria ha ido regresando, por eso os reconozco y recuerdo gran parte de lo que he vivido con vosotros, pero sigo sin recordar varias cosas, así qu–

¿A Vegetta le ha pasado igual? – interrumpió Willy al escuchar a Maximus, frunciendo sutilmente el ceño ante el asentimiento de cabeza de su amigo.

Solo unas palabras | Fooligetta | Wigetta |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora