4. Todo está bien.

2K 280 70
                                    

– No, I'm much more than his best friend (No, soy mucho más que su mejor amigo).

En cuanto esas palabras llegaron a sus oídos, Foolish se quedó paralizado. Sintió como sus ojos comenzaban a arder y un nudo en su garganta imposibilitaba el paso de su saliva. Vegetta le quería, ¿no era cierto? Siempre se lo había demostrado, en todo momento lo había colmado de regalos, besos, abrazos y, lo más importante, amor, pero... entonces, ¿por qué no negaba esas palabras y decía que no era cierto? Sus ojos esmeraldas se cristalizaron mientras viajaban lentamente hacia los amatistas de Vegetta, pero la mirada no fue devuelta.

Su novio mantenía la suya puesta en el rubio que tenía a su lado. No sabía si trataba de entender sus palabras o, simplemente, prefería evitar mirarle a él, pero lo que sí tenía claro, es que su corazón estaba destruyéndose poco a poco.

I-Is that true? (¿Es eso cierto?)– preguntó con la voz quebrada. Al escucharle así, la mirada de Vegetta se dirigió al rostro de Foolish y este contempló cómo el contrario abría los ojos con confusión y los desviaba nuevamente hacia el otro chico. Sí, debía ser eso, ¿no? ¿Quizás estaba confundido por las palabras ajenas? Seguramente por eso aún no había respondido. Por eso aún no había ido a abrazarlo y tranquilizarlo. Por eso... sus ojos seguían puestos, por primera vez, en otra persona que no era él. Sí, eso debería ser.

¿Qué le has dicho, Willy? – le preguntó a su amigo mientras comenzaba a fruncir ligeramente el ceño.

Era cierto que las cosas con Foolish no estaban bien y también que Vegetta sentía que algo se había roto desde la llegada de los franceses, pero sabía lo cruel que podía ser su amigo cuando lo pretendía y no era cuestión de que el tótem terminara llorando o herido por ello.

Hizo un nuevo intento por mirarle y cruzar sus ojos con los ajenos, pero cada vez le costaba más mantener la mirada del que había sido su "bfriend", escuchar su voz o acercarse a él. Seguramente muchos pensarían que era un dramático por sentirse así, únicamente, por no ser mencionado en una presentación, pero nadie podía entender cómo se sentía.

Habían usado, tirado y pisado su corazón constantemente. Cada vez que confiaba en alguien y lo entregaba al enamorarse, esa maldición ocurría de nuevo y volvían a apuñalarlo. Llegó un momento en el que pensó que él no estaba hecho para ser amado, que tenía que esforzarse más si quería que le devolvieran algo de amor, aunque solo fueran unas migajas.

En esta nueva relación, si podía llamarla así, se había conformado con entregarle regalos a Foolish y recibir a cambio su cara y sonrisa de felicidad. Intentó hacerle feliz a lo largo de todos los días que habían pasado juntos, sin querer pensar en el hecho de que este no iniciaba ningún tipo de contacto con él, tampoco en que no comenzaba los besos, ni empezaba los momentos que habían compartido. Intentó desechar la idea de que era él mismo quien había estado forzando toda la situación y que, probablemente, el otro chico solo estaba siendo demasiado amable para no hacerle sentir mal. Lo único que quiso fue dar todo de sí para poder convertirse en alguien a quien el tótem pudiera amar, pero cuando Foolish no lo mencionó se dio cuenta de que era un deseo imposible para él. La herida que cargaba desde hacía años aún estaba abierta y el mayor causante de ella, aunque desaparecido, estaba en la isla, como una señal inequívoca de que no tenía futuro en el amor.

Sintió sus ojos aguarse y se maldijo de nuevo por si Willy o Foolish lo veían, pero no pudo detener los pensamientos que iban nublando su mente. Estaba comenzando a entrar nuevamente en un bucle de odio hacia sí mismo y sabía lo que ocurría cuando eso pasaba. Sentía cómo todo a su alrededor se oscurecía y estaba por caer de nuevo al abismo, pero una mano en su hombro y una mirada de ojos verdes detuvo todo de golpe.

Solo unas palabras | Fooligetta | Wigetta |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora