𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 9

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Hmp... Me dirigía al club de cocina pero no podía evitar sentir una mirada quemandome la espalda. Volteó hacia atrás infinitas veces y no veo nada. Estoy volviendome paranoico, supongo que me acostumbré demasiado a la presencia de Budo.

_ Buenos días ¿Puedo pasar? - Pregunto mientras atravieso la puerta del club por fin librandome de esa sensación tan incomoda que me acompañaba desde hace un rato.

El líder reconocío inmediatamente la voz del chico que lo tiene encantado, su mirada literalmente se iluminó al levantar la mirada y verle parado con los brazos detrás de la espalda mostrando un rostro muy lindo a su vista. Un rostro que denotaba inocencia que él en su corazón reconocía y sabía que existía.

_ Una cosita totalmente dulce. - Piensa Amao con encanto.

_ Entonces... - Dice Ayato suave. No molesto ¿cierto?

_ No-no, absolutamente no, adelante jeje... - Dice Amao de forma nerviosa por ser tan distraído con el pelinegro.

_ ¿Cómo está? - Pregunta Ayato en un intento de romper el hielo.

_Amm, no también como tú... - Dijo distraído viendole.

_ ¿Perdón? No le escuché ¿me lo repite, por favor? - Dijo sonríendo tímido.

_Ohh, jeje, no te preocupes dulzura, ehh, que diga, Aishi-Kun. - Dijo cubriendo su rostro con un plato que tomó.

A Ayato le pareció curioso el apodo, pero decidió no tomarle demasiada importancia.

_ Emm, puede llamarme Ayato si gusta... - Dice.

_ ¿Enserio? - Pregunta Amao.

_Claro... Mis amigos así me llaman, así que no tengo ningún problema con eso, además no le tengo tanta costumbre al honorífico y como paso la mayor parte del tiempo con ellos pues se dará cuenta. - Sonríe un poquito al pensar en sus amigos.

_Ohh~ y... ¿Son aquellos que te acompañaron aquella vez? - Pregunta.

_Si, eso es correcto. -Responde.

Un silencio leve se hizo presente entre ambos hasta que Ayato cayó en cuenta de la soledad de ese lugar.

_¿Odayaka-San, y los demás miembros del club? -Pregunta.

_¿Hu? deben estar repartiendo muestras del club por los pasillos. -Dice también cayendo en cuenta de lo solitario del lugar.

_Pero en fin, no te pedí que vinieras para que te aburras, ven, prueba algo casi recién terminado. - Sugirió

_Que bonito se ve.- Alaga Ayato.

_¡¿Enserio?! - Se emociona Amao con una sonrisa.

A Ayato la sonrisa de el líder del club de cocina le generó un poco de ternura. A veces pareciera que son más pequeños e infantiles de lo que se ven. Piensa Ayato. Aunque eso no molesta a Ayato, es lindo ver cómo alguien demuestra su felicidad con todos independientemente de si son cercanos o no.

_¿Puedo probar? - Pregunta Aishi.

_Tu puedes probar lo que quieras. -Dijo Amao inconscientemente.

A Ayato le dió un poco de gracia ese comentario pero decidió no darle mayor cuidado. Claramente el pobre chico habla de comida..

Ayato cortó un trozo del pastel y la coloco en un plato. Cuando terminó de servirse el trozo notaron que el pedazo estaba de un color un poco raro. Amao tambaleo al ya saber que significaba. Dios, Dios, va a creer que soy un novato. Decayó un poco mientras decía en su mente totalmente nervioso Amao.

Pobre, le quedó un poquito crudo. Bueno, lo probaré, no puedo decir que está mal hasta probarlo.

_Con ese pensamiento Ayato tomó un trozo del pastel con el tenedor ( ¿Usan tenedores? Bueno, si no, hagamos que si. Pero no me imagino comiendo pastel con palillos si es que no los usan).

_Bueno, no puedo decir mucho al respecto... ¿Entiendes el por qué, verdad? Dice Ayato.

_Estaba un poco crudo ¿verdad? Dice Amao.

Correcto. Pero sin embargo no tiene mal sabor, de hecho es como si no le hubiera faltado mucho, pero a la vez no le haya dado la oportunidad de tomar color. No puedo juzgarlo mucho porque no soy particularmente alguien de postres al cien por ciento pero entiendo el punto de ello, tampoco es que sea el número 1 en la cocina- dijo alzando los hombros. Además tengo que admitir que el decorado estaba bonito, pero creo que tenias un poco de... ¿Prisa, talvez? Habla Ayato.

_Sii... Creo que tuve un poco de prisa para que tuvieras algo que probar... Y olvide lo importante... Que siempre este bien hecho aunque no esté rápido. - Dijo Amao tímido.

_Soy paciente, pude esperar. Además el punto de esto supongo que era conocernos más que el simple hecho de venir a probar pastelitos ¿O me equivoco? - Dijo Aishi recostandose en la isla.

Amao se sonrojó notoriamente al sentirse descubierto por el pelinegro, así que decidió esquivar la mirada del pequeño (no tan pequeño) Ayato para no sentirse aún más avergonzado de lo que ya estaba.

_Bu-bueno, en verdad creí que lo había disimulado... - Tartamudeó Levemente.

_No es que no lo hayas disimulado. Es que a veces puedo deducir bien lo que sucede... Entonces no es tan fácil ocultarme las cosas. - Dijo restando importancia al asunto.

_Realmen- -Las palabras de Amao fueron cortadas al ver a los demás miembros entrar con las bandejas vacías, exceptuando a una joven.

_¿No pudiste ofrecerlos todos? - Pregunta Amao comprensivo al voltear a ver a la joven.

_Sii... La verdad fue un poco difícil, pero está bien. Me irá mejor la próxima vez. - Dijo ella un poco decaída pero manteniéndose optimista.

Ayato al presenciar ese semblante decaído decidió probar uno de los bocadillos que esa joven que aparentemente es de intercambio al no tener los rasgos característicos japoneses.

_¿Puedo tomar uno?- Le pregunta Ayato a esa joven.

_¡En verdad! - Dice emocionada. Seguro, toma los que quieras. - Dijo calmandose un poco mientras se acaricia la nuca aún sonriente.

Ayato sintió la alegría de la joven así que aunque no fuera tan notorio se sintió feliz por ella.

Asi que Ayato tomó uno de los pastelitos y los probó.

_Esta muy rico. -Dijo limpiando la comisura de sus labios con su lengua bajo la mirada de Amao. ¿Quien lo preparó? Pregunta Ayato.

_Amao-san los hizo. - Responde la joven.

Ayato lo voltea a ver y le da una diminuta sonrisa de aprobación.

Ese pequeño gesto lo hizo estallar convirtiendo a Amao en un tómate viviente apenas resistiendo su sonrisa.

(Supongo que no salió tan mal como creía, deberé agradecerle más apropiadamente a Martina más tarde) - Dijo sonríendo.

















Díos... Casi me descubre. Tengo que empezar a ser más discreto, no puedo permitir que me descubra. Dijo el chico.

Ayato-Kun... Serás mío. Cueste lo que cueste. Fanfarroneo para si mismo
mientras colocaba un corazón junto a la fotografía de Ayato, cueste lo que cueste. Dijo comenzando a reír.

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Continuará.

∆[𝕄𝕚𝕤 𝕃𝕠𝕔𝕠𝕤 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠𝕣𝕒𝕕𝕠𝕤]∆ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora