[Day 5]

9.1K 301 126
                                    

"I'm going to make you beg for it"
Soukoku
.
.
.

-Mhg - Gimió el castaño. Este se encontraba boca abajo y desnudo contra una cama matrimonial, con sus muñecas atadas con fuerza sobre su cabeza, y junto con sus tobillos también atados que empezaban a dolerle por el roce de las cuerdas.

Mientras, en su boca una mordaza con una bola rosa de goma, que se encontraba empapada por la saliva. Esta tenía la intención de amortiguar el sonido de sus gemidos y de no permitir que hablase, pero no estaba funcionando muy bien en el primer sentido, los gemidos ahogados inundaban la habitación, así creando un ambiente más obsceno. También le estaba fallando la llegada del aire a sus pulmones, ya que entre jadeos y el objeto rosado, le costaba respirar bien.

Llevaba allí por lo menos una hora y sus músculos estaban completamente adoloridos por la posición. Sentía que incluso estaban empezando a adormecerse, llegando a sentir el típico cosquilleo molesto, que solo empeoraba la situación.

Escuchó el chirrido de la puerta de la habitación, alguien estaba entrando. Y soltó un quejido.

-Oh, ¿qué pasa cariño? - Dijo con un falso tono de preocupación.

Luego escuchó sus pasos acercándose poco a poco a la cama.

Un fuerte golpe resonó en la habitación, le había dado una nalgada. Gruñó de dolor, el golpe le ardía, y seguramente tenía una mano marcada y en rojo.

Otro golpe sonó, esta vez más fuerte que el anterior, y haciendo que un grito ahogado saliera de su boca.

-¿Ya te estás quejando? - Dijo con burla - Pero si no hemos empezado todavía, esto es solo el calentamiento - Rio y dio otro golpe.

Los golpes continuaron por un rato, en el cual Dazai no dejaba de gemir y soltar chillidos agudos.

Finalmente, Chuuya lo dejó en paz. Y lo miró con un poco de pena falsa, para después quitarle la mordaza.

Dazai se sintió un poco libre con eso, al menos ahora podría respirar con más facilidad.

-C-chu-... Ngh - Otro golpe.

-¿Quién te ha dado permiso para hablar? - Lo golpeó otra vez. Y admiró cada uno de sus jadeos.

-Cuéntalos - Ordenó y volvió a golpear.

-U-uno - Dijo entre quejidos.

Otro golpe.

-Dos... Mng - Sus ojos empezaron a humedecerse.

Otro.

-Tre-tresss - Alargó la s.

Otro más.

-Cu-cua... Ngh - No pudo completar la palabra, el dolor se estaba volviendo muy punzante y ya casi no sentía la zona.

-Repite - Golpeó otra vez.

-Cuatro... - Murmuró con voz quebrada, y lágrimas cayeron por sus mejillas.

-¿Color? - Preguntó Chuuya al ver su estado. No quería sobrepasarse y hacer algo sin consentimiento del castaño.

-Verde.

El pelirrojo sonrió y movió su mano para otro golpe.

-Cin...co - Le costó un poco hablar, ya que las lágrimas comenzaron a "ahogarlo" junto con las sábanas frente a él.

-Buen chico, ya solo quedan otras cinco, ¿crees que podrás soportarlo? - Acarició algunos de sus mechones.

-Sí, p-por favor - Rogó para que continuara y así acabar antes.

Dazai bottom week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora