Trás una serie de problemas actualizaste el juego de Twisted Wonderland descubriendo un tercer juego en tu idioma cuya premisa era "Salva los, enamora lo y vive a su lado"
El resumen es simple, elige tu propio futuro y asume las consecuencias.
Tragaste en seco y trataste de tranquilizarte. Tú corazón temblaba, no podías evitar sentirte mal al ver a ese niño pequeño llorar de esta manera tan desgarradora.
Sin saber cómo actuar o que hacer te acercaste a él y te inclinaste a su altura -¿Qué te ocurre?- le preguntaste de la forma más tranquilizadora que pudiste.
El niño que hasta ahora no se había percatado de tu presencia dio un ligero salto y te miro asustado, tú tan solo le regalaste una ligera sonrisa, sin querer acercarte demasiado para no asustarlo.
Tras un ligero momento donde el niño decidió que no eras peligrosa sus labios volvieron a temblar de manera excesiva al intentar hablar -¿Quién eres?- su voz fue un leve sonido que apenas salía de su boca -Me llamo T/n ¿Y tú?- el pequeño te miro con sus ojos grandes y brillantes, pero justo cuando parecía que iba a volver a hablar rompió a llorar de nuevo y trato de taparse desesperadamente con las manos la cara para evitar que lo vieras.
Con impotencia y una sonrisa triste te acercaste a él y decidiste tomarlo ligeramente sus manos para tratar de mirarlo a los ojos -Tranquilo, si me dices que te ocurre ¿quizás ayudarte?- el niño se sorprendió por tu tacto pero al mismo tiempo parecía sentir alivio ya que no separo tus manos de las suyas.
Después de unos segundos sin reacción retiro sus manos y las oculto atrás de su espalda -¿Por que quieres ayudarme?- te lanzó una mirada recelosa y se alejó ligeramente de ti aún con la cara inundada de lágrimas.
En ese momento sentiste que ibas acabar llorando junto a él. No comprendías cómo un niño tan pequeño podía pensar de esa manera *¿Hasta que punto ha tenido que llegar para desconfie así de los demás? ¿Que le ha pasado?*
Tomaste un momento para recomponerte -¿Por qué no lo haría?- decidiste preguntarle ya que no sabias cómo explicarle que te entraban ganas de llorar al verlo tan consumido en el llanto.
El pequeño hizo una mueca -No sé responde una pregunta con otra pregunta- no pudiste evitar sonreír ligeramente divertida por su respuesta -Llevas razón- miraste a un lado para buscar las palabras correctas -Solo quiero que dejes de llorar y dejes de sentirte mal. Quiero poder ayudarte, sea en lo que sea, porque me duele verte así-
Al parecer, pequeño nunca había escuchado algo así, tiraste el muro que intentaba mantener entre vosotros y provocaste que de nuevo rompiera en un llanto horrible.
Sin poder contenerse se tiro sobre ti y te abrazo lo más fuerte que pudo, enterando su cabeza para ahogar sus gritos.
Lo único que pudiste hacer fue devolverle el abrazo y darle ligeros toques en la espalda para tratar de calmarlo -Estoy aquí. Estoy contigo. No estas solo- repetías en bucle tratando que tus palabras y sentimientos llegaran hasta él.
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