Trás una serie de problemas actualizaste el juego de Twisted Wonderland descubriendo un tercer juego en tu idioma cuya premisa era "Salva los, enamora lo y vive a su lado"
El resumen es simple, elige tu propio futuro y asume las consecuencias.
Decidiste entrar donde Sam, *seguramente me los encuentre en algún momento antes de despertarme... Espero... Verás que después me arrepiento de esto*
Sin pensar más giraste la manecilla de la tienda para que una gran cantidad de olores, sonidos y colores te abrumarán -Bienvenido ¿Cómo estás? ¿Qué necesita? ¡Sea lo que sea lo tenemos In Stock!- ese saludo tan característico dio paso a la imagen de Sam, que había aparecido de la nada en tu campo de visión.
Con aturdimiento diste un par de pasos hacia atrás, y a duras penas, atinaste a buscar en tu bolsillo una hoja de papel que te entregó el director para poder obtener los utensilios y productos de limpieza.
-Un placer. Soy t/n, vengo en nombre del director para conseguir algunos útiles de limpieza- mientras que le decías eso le tendías el papel, el cual fue tomado por la sombra de Sam con la mayor naturalidad.
-Ya veo, sin problemas- su sombra le había puesto frente a su cara el papel para que pudiera leerlo -Disculpe un momento- Dicho esto y con un par de movimientos bruscos desapareció tras un armario donde suponías que estaría la puerta al almacén.
Miraste nerviosa su sombra que se había quedado en el mismo lugar, aunque en cierta manera era divertido porque hacía los mismos gestos que la sombra del Dr. Facilier.
-¡In stock!- de la nada reaccionaste a la voz de Sam el cual había aparecido sin que te dieras cuenta y estaba tras el mostrador con una gran cantidad de utensilios y productos.
Frunciendo un poco el ceño caminaste hasta él, sorteando a su sombra que ocupó el mismo lugar que Sam tras el mostrador.
-¿Todo esto? No creo que sea capaz de transportarlo todo- el moreno que estaba pendiente a los productos, levantó la cabeza para mirarte a la par que su sombra -No hay problema, puedes agarrar los productos que vayas a utilizar. El resto los llevara un fantasma a vuestro dormitorio- tenía una gran sonrisa que comenzaba a darte miedo ya que a pesar de parecer natural distinguías que no lo era.
Miraste entre los productos que tenía encima del mostrador y sin pensar demasiado agarraste un cubo y empezaste a echar todo lo que creías que ibas a tener que utilizar para limpiar las estatuas de los siete grandes.
Sentías la mirada de Sam y su sombra sobre ti pero a pesar de ponerte de los nervios tratabas de disimular.
Cuando terminaste, levantaste la cabeza, ahí fue que viste a Sam, su sombra y una sombra de lo que parecía ser un niño murmurando cosas entre ellos, pero lo que más te sorprendió fue al ver que Sam no tenía una sonrisa estampada en la cara como siempre, ahora estaba serio.
Al sentir tu mirada los tres pararon de hablar, Sam se giró hacia ti y volvió a poner esa gran sonrisa en el rostro -Pequeño diablillo, lamento esta pequeña intromisión. Haré que los fantasmas lleven el resto de sus compras antes de que acabe el día. ¿Quieres algo más?-
Sintiendo que te estaba echando solo atinaste a dar unos cuantos pasos hacia atrás con aturdimiento y murmuraste -No, gracias por todo- antes de salir de la tienda con la escalofriante sensación de sentir que esos tres hablaban de ti y algo no iba bien.
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