Trás una serie de problemas actualizaste el juego de Twisted Wonderland descubriendo un tercer juego en tu idioma cuya premisa era "Salva los, enamora lo y vive a su lado"
El resumen es simple, elige tu propio futuro y asume las consecuencias.
Suspiraste con cansancio mirando al pequeño que solo parecía aumentar su furia hacia tu persona.
-Mira Grimm, no sé si te caigo bien, te caigo mal. Me puedes llamar secuaz, me puedes llamar t/n. De verdad que a mí no me importa, pero si quieres mantenerte en esta academia y ser un estudiante para convertirte en el mejor mago del mundo, debemos cooperar. Por eso hice que nos alejáramos de Ace antes. Si hubierais peleado habríais quemado las estatuas y el director nos hubiera expulsado. Trata de confiar en mí y te prometo que tendremos una oportunidad de quedarnos y estudiar aquí- soltado ess parrafada miraste con atención los gestos del pequeño tratando de averiguar qué estaba pensando.
Se había quedado completamente en silencio con una cara relativamente inexpresiva, aunque no tardo mucho tiempo en contestar -¡Humf! No hubiera pasado nada. El director no me hubiera expulsado. Soy el gran Grimm- sus palabras reflejaban seguridad pero aunque no quería reconocerlo, entendía tu punto y pese a estar debatiéndote, dejó de intentar escaquearse del trabajo.
-Vamos a por las cosas a la tienda de Sam- retomaste el paso con una sonrisa en el rostro escuchando ligeras quejas por parte de Grimm que no quería limpiar nada.
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