Trás una serie de problemas actualizaste el juego de Twisted Wonderland descubriendo un tercer juego en tu idioma cuya premisa era "Salva los, enamora lo y vive a su lado"
El resumen es simple, elige tu propio futuro y asume las consecuencias.
Sentiste unos pasos torpes detrás de ti y te diste la vuelta rápidamente sin saber que esperar.
-Owh- el chico que se estaba acercando a ti dio un tropezón hacia atrás de la impresión por la rapidez con la que te habías dado la vuelta, pero enseguida volvió a su posición inicial, con cara de preocupación y muy incomodo, sin saber como actuar.
-¿E-estás bien?- por un momento casi pudiste verlo golpeándose la frente por la estúpida pregunta que te había hecho -ah, bueno, es evidente que no, pero ¿puedo hacer algo para ayudarte?- la verborrea hizo que apenas lo entendieras y comenzó a dar pequeños pasos hacia ti avergonzado e incomodo.
Sentiste que todas las emociones negativas que habías tenido se desvanecían gracias a él, le ofreciste tu mejor sonrisa -si, no estoy tan mal- te tomaste un momento -Es que he perdido a mi amigo y no logro encontrarlo- apretaste el ceño con preocupación.
Deuce se tomó un momento antes de contestarte -¿Eres el alumno sin magia? ¿Estás buscando al monstruo que monto un escándalo ayer?-
Por un momento no sabía si reírte o llorar, comprendiste que se te relacionaba con el evento causado por Grimm y Yuu en la ceremonia de entrada.
-Si, supongo que sí- respondiste con incomodidad -Estoy buscando a Grimm, él que estaba lanzando fuego... espero que no se haya metido en problemas- paseabas con nerviosismo tu mirada hacia los lados por si acaso veías una bola de pelo gris.
Tras un momento donde pareció pensar que decir, te ofreció una sonrisa confiable y se señalo con su pulgar -puedo ayudarte si quieres-
Con una sonrisa asentiste pareciendo mentira que hacía momentos antes estuvieras cerca del llanto -¡Me encantaría!-
Deuce miró al suelo nervioso y se encogió levemente de hombros -Mi nombre es Deuce. Soy estudiante de primer año- te tendió la mano *Aiiii. Se está esforzando por ser un niño bueno y educado* sintiendo gran ternura, le agarraste la mano, al poco retiró su mano con nerviosismo y miro hacia los lados -Entonces ¿Vamos a buscar a tu amigo?- asentiste y comenzaste a contarle lo que había pasado y donde fue la última vez que lo viste.
-Por cierto, me llamo T/N- te reíste con nerviosismo y el se sorprendió y asintió *Parece que no se dio cuenta de que no me presente* te tranquilizaste.
Continuasteis caminado con la mirada en todos vuestros alrededores -¿Y como conociste a- se quedo callado a media frase -¿Grimm?- le preguntaste a lo cual el asintió -Pues jugando un juego- contestaste divertida a lo que el te miro con curiosidad -¿un juego?- -Si- el parecía querer saber mas del tema pero no volvió a preguntar.
-¿Qué tal tu primer día?- le preguntaste tras un ligero silencio. Deuce se quedo callado y luego apretó los labios -Diferente y un poco confuso- sonreíste -Es lo normal, te has mudado a un lugar lejos de tu casa y no conoces a nadie- asintió con una expresión triste -Pero gracias a eso puedes tener muchas experiencias y amigos nuevos- trataste de animarlo, cosa que funciono, el chico volvió a sonreír y asintió motivado -Me esforzare y seré un estudiante modelo- apretó su puño a la altura de su pecho aunque casi de inmediato lo bajo y cambio su expresión a una de cansancio -Aunque es difícil estar en Heartslabyul, nuestro jefe de dormitorio... es difícil- lo miraste de reojo y estaba cabizbajo -Ser jefe de dormitorio es complicado y no todos llevan bien esa presión, cada uno lo hace lo mejor que puede- el asintió -No he querido decir que sea malo, es asombroso, pero... es muy estricto a veces-asentiste en comprensión.
Deuce paro en seco de andar, cosa que te sorprendió e hizo que te volvieras hacia donde estaba mirando.
-¿Eso es?- murmuro forzando la vista a un camino de arboles a vuestra derecha -¡Grimm!- gritaste tu viendo una bola de pelos gris comiendo *¿De donde habrá sacado la comida?* te preocupaste por los problemas y consecuencias que podrían suceder gracias a Grimm.
Te giraste hacia Deuce -Muchas gracias por ayudarme a encontrar a Grimm- el chico asintió confuso y luego hincho su pecho con orgullo -No ha sido nada- le sonreíste -Te preguntaría si quieres venir con nosotros pero es probable que siga enfadado y es difícil de tratar- Deuce abrió los ojos alarmado -No, no te preocupes. En realidad cuando te encontré iba de camino al club de atletismo- levantaste las cejas con sorpresa -¡Perdón! Me ayudaste aun teniendo cosas que hacer- frunciste el ceño y luego sonreíste de golpe -¡Ya se! ¡Te invito a comer la próxima vez que nos veamos! ¿Te parece?- el chico se sorprendió aunque casi de inmediato acepto.
-Me voy ya, no valla a ser que termine de comer y se vuelva a escapar- te despediste del chico y caminaste lo mas silenciosamente posible hasta el pequeño felino.
Deuce tardó un momento en reaccionar después de que fueras -Parece agradable- sonrió y comenzó a caminar hacia su club.
Estabas cerca de Grimm y no sabias que hacer, seguías sin hacer ruido para tomarlo por sorpresa o le hablabas -¿Que quieres?- la voz de Grimm te ahorro la decisión, estaba mirándote con desprecio sosteniendo lo que le quedaba de su bocadillo.
-Quiero pedirte perdón- seguías avanzando hacia él, solo que mucho mas lentamente -No debería haberte dejado, quiero que seamos amigos de aquí en adelante- el pequeño monstruo te miraba fijamente sin parpadear, como si quisiera saber si lo engañabas o tenias motivos ocultos. Grimm dejo de prestarte atención y le dio un bocado a su bocadillo.
Sonreíste y finalmente te sentaste a su lado -Te costara 15 latas de atún- murmuro como si nada dando otro mordisco y con la mirada al frente. Sonreíste levemente -Hablare con Crowley a ver que puedo conseguir- Grimm te miro y sonrió con suficiencia.
-Y serás mi secuaz. No somos amigos- tragaste en seco sintiendo como te dolía el corazón por sus palabras pero te recompusiste casi de inmediato -Seré tu secuaz y conseguiremos una plaza en la academia-
Grimm dio su ultimo bocado y te miro escéptico -Vamos- se levanto del suelo y tu lo miraste con confusión mientras que en su cara aparecía una sonrisa que te hacia tener un mal presentimiento -Quiero mis latas de atún- te quedaste mirándolo sin reacción hasta que rompiste a reír *Me voy a arrepentir de esto* te levantaste y ambos fueron a buscar al director.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
