Grown Up (Clexa AU Gip)

Epílogo

Clarke

Voy de comando bajo mi traje.

Quité la nota adhesiva de la cafetera y sonreí de oreja a oreja. Lexa debe haber entrado a hurtadillas en mitad de la noche para poner esto aquí. Teniendo en cuenta que las chicas y yo no nos acostamos hasta después de la una de la madrugada, tuvo que levantarse muy tarde. Me reí para mí misma, Octavia definitivamente no le hacía compañía en la casa de al lado. Se queda dormida como un tronco a las nueve. Al menos tenía a Finn allí.

Después de un comienzo difícil, mis dos amores se habían acercado. Últimamente, Finn incluso había estado hablando de cambiar su especialidad a arquitectura. Había pasado todo el verano pasado trabajando con Lexa en la renovación de un edificio, y eso parecía haberle dado alguna orientación para su carrera.

—Buenos días, casi señora Woods. —Me di la vuelta y encontré a mi casi cuñada frotándose el sueño de los ojos mientras entraba en la cocina.

—Te levantaste temprano. —Levanté la mano y saqué dos tazas del gabinete sobre la cafetera.

—Mi hermana sigue siendo un dolor en el culo.

—¿Qué hizo ahora?

Madi entrecerró los ojos y se inclinó para leer una nota adhesiva en el refrigerador. Su cara se retorció como si hubiera olido algo malo.

—Ugh. ¿En serio? Es demasiado temprano para leer eso de mi hermana.

No me había fijado en el otro. Rápidamente lo arrebaté.

Inclínate sobre el espejo desnuda y envíale a Lexa una selfie de tu trasero.

Me reí entre dientes, pero luego eché un vistazo a la habitación y tomé otras tres notas adhesivas. No podía dejar a la hermana de mi futura esposa ciega el día de nuestra boda. Lo que podría haber hecho, considerando que las otras tareas que tenía que hacer incluían "Escabullirse al lado y chupársela a mi novia por última vez", e "Insertar un tapón anal para prepararse para las festividades de la noche de bodas". Aunque, la última me confundió un poco: "Ser lamida por un regalo de bodas".

Madi vertió mitad y mitad en nuestros cafés y se llevó una taza a los labios.

—Ustedes son realmente asquerosas, vas a hacer que vomite mis galletas.

—¿Alguien dijo galletas? —Raven entró en la cocina.

Llevaba una camiseta que apenas cubría la mitad de su vientre redondo y un par de pantalones de chándal enrollados debajo de ella. Se rascó la barriga muy embarazada.

Caminé y bajé la cabeza para hablar con mi futura ahijada. —Buenos días, mi pequeña princesa.

—O príncipe.

—Es imposible que mi ahijada sea un niño.

Raven y Octavia se sorprendieron bastante al descubrir que estaban embarazados hace ocho meses después de solo haberse inseminado una sola vez. Cuando fueron por primera vez a la clínica decidieron dejar el tener hijos a merced del destino. Con Raven con casi cuarenta años y sin que ninguna lo hubiera hablado pensaron que no había pasado nada, había llegado a la conclusión de que no tendrían familia. Así que fue una sorpresa cuando el virus estomacal de Raven resultó ser que estaba embarazada de dos meses, jamás sospecharon que en realidad le habían pegado en su primera vez, tomando en cuenta la edad de Raven

Yo misma había pensado que podría estar embarazada la semana pasada, pero me había hecho una prueba, y fue negativa. El estrés de la boda y la mudanza a la casa de Lexa debe de haberme quitado el ciclo. Al igual que Raven y Octavia, Lexa y yo habíamos acordado dejar el añadir más miembros a la familia al destino. Aunque, lo admito, estaba un poco triste cuando apareció un signo negativo en el palo la semana pasada.