Cap. 27

626 63 40
                                    

Narra Focus

Cuando regrese del panteón me lleve la sorpresa de ver a mi hijo y a los chicos llorando cual magdalenas, al parecer Gringo les había contado un poco sobre Yun y yo, la verdad no sé qué les dijo que los dejo así de afectados, pero después me encargaría de él.

-Chicos, tranquilos, ya paso- exclame, mientras acariciaba la cabeza de Axo y Jaime, quienes se habían aferrado a mi desde que llegue y por nada del mundo me soltaban.

-Es que...- Axo no pudo terminar de hablar

-A ver mis niños- sonreí con cierta ternura, para después proceder a limpiar sus lágrimas con mis dedos- No sé qué les conto aquí el Gringo este pero créanme que no todo es malo, a ver, vengan-

Abrí mis brazos y les di un fuerte abrazo, al cual se terminaron uniendo los demás, termine con un chingo de chicos abrazándome, pero por mas sentimental que estaba no podía llorar ahora, Yun ya me había visto llorar hace un rato y no permitiría que me viera así una vez más, y menos por él, sé que no le gusta.

.

.

Termine regañando a Gringo por hacerlos llorar así, y lo castigue haciendo que nos preparara chocolate caliente a todos, ahora mismo yo estaba a su lado, checando que no se quemara otra vez. Ambos platicamos un poco de nuestras vidas estos últimos años que estuvimos separados, esto mientras los chicos estaban viendo una serie en la otra habitación.

-No puedo creer que el Desst que robaba chicles de las tiendas ahora sea policía- comento risueño el de rastas

-Ni que lo digas, cambio un chingo-

Antes de poder seguir la conversación mi teléfono comenzó a sonar, Gringo se quedó callado, dándome así la oportunidad de contestar ahí mismo, más me sorprendí al ver que el que me estaba llamando era Vegetta, conteste rápidamente, pues él no me hablaba a menos que fueran cosas serias. Y tal como pensaba, las cosas si estaban mal por allá, solo me dijeron que habían perseguido a Perxitaa y a Violeta por el monte, que los habían interceptado, mas no me dijeron quien, aparte me pidieron que no le dijera nada a Axo y que nos mantuviera seguros aquí donde estoy, al final Vege quedo de avisarme cuando podíamos regresar.

-Te preguntaría si todo está bien, pero a juzgar por tu aroma no están bien las cosas- comento Gringo

-No, no lo están- conteste

Solté un suspiro cansado y me senté en una de las sillas, Gringo dejo calentándose el atole, para acercarse a mí y darme unas palmaditas en la espalda.

-Hirieron a dos de la manada- con mi mano comencé a masajear mi cuello, estaba tenso

-¿Manada?- sentí como mi cabello se erizaba, un olor conocido llego a mi nariz, estaba molesto

-No quise decir ero...- trate de corregir

-No, se honesto- aparto su mano y me miro de mala gana- ¿Los consideras tu manada ahora?- no conteste- Por favor Focus, apestas a nervios y preocupación- se cruzó de brazos

-Bueno, discúlpame por preocuparme por dos personas a quienes considero amigos- reclame, para después voltear a verlo con cierto cansancio- Llevo meses con ellos Gringo, no soy de piedra, les tengo aprecio- al ver que no contestaba seguí hablando- Aparte se han portado excelente conmigo y 8cho, no puedo fingir indiferencia cuando están en peligro de muerte, y en cuanto a tu pregunta inicial, si, los considero mi segunda manda- note que Gringo estaba por contestarme, sin embargo no le di oportunidad de hacerlo- Y sí, estoy consciente del hecho de que podrían ser culpables de la muerte de Yun, lo sé, y no sabes cómo deseo que no seas así-

Perro de Caza (Farcus) {Omegavers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora