꧁"El chico de la noche anterior."꧂

Capítulo 4 - "Depravado."

NARRADOR OMISCIENTE

Gavi se removió un poco en la cama, apenas estaba despertando y el sonido de alguien tecleando, había interrumpido su tan placentero sueño. Estiró sus brazos y talló sus ojos con los nudillos de su puño, al abrirlos observó a Pedri que ya se encontraba vestido, estaba sentado en la cama con sus pies cruzados con una laptop sobre sus piernas.

Gavi: Buenos días. - susurró él pequeño sentándose recargando su cuerpo en la cabecera de la cama.

Pedri: Buenos días, niño. - habló Pedri sin voltear a verlo. - tu dinero está en el buró a un lado de donde estás.

Gavi volteó a ver el lugar en donde le habían indicado el mayor y observó los fajos de billetes morados. - Puedes contarlo, no me molesta. - volvió a hablar el canario.

Gavi: Confío en tí. - susurró.- ¿Podrías pasarme mi ropa? - pidió tímidamente al recordar que su ropa había quedado del lado de Pedri.

El ojimiel asintió y se estiró hasta las prendas del sevillano, se las aventó sin hacer contacto visual todavía con quien había sido su amante la noche anterior.

Pedri: ¿Necesitas que te pida un taxi? ¿Quieres ducharte? - dijo frío. - aun no entiendo por qué tu amigo no te despertó cuando se fue y realmente no entiendo por qué sigues aquí.

Gavi: ¿Ansu se fue? - interrogó angustiado. - lo siento si mi presencia te molesta.

El ojimarrón con molestia se vistió lo más rápido que pudo y salió de la habitación sin decir una palabra más.

Pedri: Pablo - gritó el mayor saliendo de la recamara haciendo que el menor se detuviera antes de cerrar la puerta.

El menor sin más volteó interesado y se encontró con Pedri algo cerca de él.

Pedri: Olvidas tu cartera. - dijo extendiendo su mano con el objeto.

El pecho del menor se contrajo una vez más y lo tomó para volver a tomar la perilla de la puerta.

Pedri: Casi siempre soy un idiota. - informó Pedri. - pero las palabras que dije anoche salieron de mi corazón, eres mi secreto más lindo porque de verdad que nunca olvidaré esta experiencia, así como eres mi culpa que cargaré por siempre porque estaré todo el tiempo repitiéndome que nunca debí hacerlo, nunca debí ponerte una mano encima.

El ojimarrón asintió sin dar la vuelta y abrió la puerta.

Pedri: Espero que también tú lo guardes como un secreto, me harías un gran favor.- finalizó el canario.

Gavi cerró la puerta y caminó sin rumbo alguno, no sabía en donde estaba.

--Mensaje de texto --

Gavi:
¿En dónde estás? Me dejaste solo con ese depravado.

Ansu:

¿Depravado? Pero si bien gemías su nombre anoche.

Sal de la casa y camina cinco cuadras a la izquierda, ahí hay una cafetería, te pedi un batido.

Gavi:
Espero que lo valga.

--mensaje de texto..

Gavi llegó hasta la cafetería y observó a Ansu sentado en una de las mesas del fondo con dos malteadas de fresa.

Ansu: Aun puedes caminar. - dijo deslizando la malteada hasta el ojimarrón.

Gavi: Me duele un poco. - farfulló avergonzado. -¿Cuándo regresaremos a casa? Debo llegar lo antes posible.

Ansu: Tranquilízate, iremos pronto. -sonrió.- ¿Te divertiste a noche?

Gavi: No sé, no importa, solo quiero salir de esta estúpida ciudad y desinfectarme muy bien todo el cuerpo. -dijo fingiendo tener escalofrios.

Ansu: ¿Pedri no fue amable contigo? Ferrán lo fue, es un chico muy simpático, me dijo que si surgía algo más me llamaba.

Gavi: No cuentes conmigo para la próxima. - Sorbió su bebida. - es un asqueroso, se corrió encima de mí.

Ansu: Iugh. - expresó el mayor arrugando su nariz. - es guapo, creo que es pasable, pero iugh.

Gavi: Por eso quiero llegar a darme una ducha.

Ansu: Está bien, no te preocupes, termina tu desayuno y nos iremos de aquí. - sonrió.

Gavi asintió y sorbió rápido de su bebida, después de unos minutos tomaron un taxi regreso a casa, en donde las preocupaciones del sevillano regresarian nuevamente.

Mientras tanto

--llamada telefónica--

Pedri: Dejé la llave bajo el tapete de entrada.

Ferrán: Gracias hermano, de verdad lamento que me tuviera que ir temprano, pero debía hacer unas cosas antes de que Jacqueline regrese esta noche.

Pedri: No importa, de verdad me senti mal tener sexo en la cama de tu hermana.

Ferrán: No importa, limpiaré al llegar. ¿te divertiste? ¿el chico fue cuidadoso contigo?

Pedri: ¿Qué te hace suponer que fui el pasivo?

Ferrán: Entonces ¿Fuiste el activo?

Pedri: Obvio. -rio-

Ferrán: Claro, nos vemos después y compartimos historias:

Pedri: Será mejor que no hablemos del tema, aun me siento sucio, será mejor si lo olvido.

Ferrán: Como quieras hermano, ¿sabes? Tengo que colgar, me toca ser atendido en la caja, te llamo luego.

Pedri: Adiós...

[...]

Tiempo después...

Habían transcurrido escasos dos meses desde lo ocurrido en la casa de los Torres, Gavi por su parte se propuso olvidar el rostro, nombre, voz y todo lo relacionado con Pedri, y lo hizo.

Sin embargo, Pedri no corrió con la misma suerte, todo le recordaba al chico de los ojos marrones, su voz, sus caricias, su cuerpo, simplemente era difícil de sacarse cada imagen de esa noche de su cabeza.

Había intentado acostarse con chicas, pero nada funcionaba, no se excitaba igual como lo había hecho con Pablo, tenía que pensar en él para tirárselas y lo ponía mal el no poder gemir "Pablo" o "Gavi".

Después transcurrió una semana y Ferrán le invitó a salir un rato de la ciudad, un fin de semana no lejos, pero si fuera de la misma rutina.

A Pedri eso le pareció buena idea, sin saber que a donde su amigo lo llevaba, era a la ciudad en donde vivía Gavi.