-Capítulo 6-

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Song Yu abrió los ojos en una habitación desconocida.

Aun medio dormido, se frotó contra la almohada en sus brazos y un pequeño gemido de comodidad se escapó de sus labios.

Sin previo aviso, Song Yu oyó a la almohada que abrazaba hablarle con una voz suave, pero grave:

—¿Estás despierto?

La somnolencia de Song Yu se esfumó de golpe y levantó la vista sorprendido.

Inmediatamente, su visión se llenó con la imagen de un guapo hombre de un apuesto hombre con un lacio cabello color azabache similar al suyo y unos profundos ojos color púrpura que lo miraban atentamente.

Las orejas de Song Yu se pusieron tan rojas como un tomate y miró sus brazos que se aferraban a la fuerte cintura de Chang Wenxing.

Mierda...

Song Yu desenredó con fingida calma sus brazos de la cintura de Chang Wenxing y se alejó un poco. Reunió un poco de fuerzas y se recostó del espaldar de la cama.

Extendió los brazos y bostezó, en un intento de actuar con naturalidad: —¿Qué hora es? Me quede dormido, lo siento.

Chang Wenxing cerró el libro que estaba leyendo y se levantó de la cama: —No importa, como estás herido, debes descansar bien. Son alrededor de las tres de la tarde, ¿tienes hambre?

Song Yu negó con la cabeza: —Todavía no tengo hambre. —Miró el cabello azabache de Chang Wenxing—Al final si seguiste mi recomendación.

Chang Wenxing enrolló un mechón de su pelo entre sus dedos: —Mm. Tenías razón, la gente me mira menos, realmente no se me había ocurrido este método antes. Gracias.

—No, eso no es nada por lo que deberías agradecerme, yo solo te hice una sugerencia. En cambio, tú, incluso desde antes que despertara por primera vez, has estado protegiéndome de los cultivadores demoniacos, sin mencionar que quieres acompañarme a buscar mis recuerdos...

Chang Wenxing vio como el joven frente a él hacía una pausa. Los labios color cereza del joven se separaron, mostrando unos hermosos dientes perlados que le sonreían.

—De verdad, muchas gracias. Aunque ahora estoy herido y solo puedo confiar en que me cuides; una vez que recupere mis recuerdos y mis heridas sanen prometo que haré cualquier cosa para pagarte.

Estas palabras eran realmente sinceras; aunque Song Yu no sabía por qué había llegado a este mundo, sabía que si no fuera por Chang Wenxing habría perdido la nueva vida que apenas consiguió hace mucho tiempo, por lo que estaba profundamente agradecido con él.

Song Yu volteó a ver a Chang Wenxing, encontrándose con unos ojos púrpura que lo miraban aturdido.

Tras un tiempo, Chang Wenxing le contestó suavemente: —De nada.

****************


Sin ningún ataque por parte de los cultivadores demoníacos, el resto de la tarde transcurrió con normalidad.

Con su perdida de memoria como excusa, Song Yu le había pedido a Chang Wenxing que le enseñara algunas cosas de sentido común de este mundo.

Chang Wenxing aceptó, por lo que ahora se encontraban en medio de la clase improvisada del maestro Chang.

Chang Wenxing se sostuvo una pequeña pizarra en sus manos y le preguntó a Song Yu:

—¿Qué quieres saber primero?

Song Yu no dudó: —Cultivadores demoníacos, ¿quiénes son?

Chang Wenxing tomó una tiza, dibujó y escribió en la pequeña pizarra unos cuantos caracteres para luego enseñárselo a Song Yu.

El hermano del protagonista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora