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-Te amo, Samy, nunca, pero nunca, te voy a dejar, lo prometo.-

Recordar eso, solo la mataba más, lentamente para ella, pero rápidamente para su corazón, si tan solo lo hubiera detenido, quizás seguiría vivo, quizás, estaría con ella, como antes, sabe que no es su culpa, pero aún así, algo de culpa la carcome, pudo evitarlo, si tan solo se hubiera enfocado más en él y menos en ella, pudo ayudarlo.

-¡No es tu culpa, Samantha, ya te lo dije!.- lo sabía, pero no quería hacerse a un lado como los demás, después de todo, ella si tenía algo de culpa o al menos eso creía.-

-Lo hiciste más feliz de lo que yo alguna vez pude, Samantha, te lo agradezco.- esas fueron la últimas palabras que escuchó de la boca de su madre, ¿Feliz? Ella no lo hizo feliz, lo hicieron las drogas, en su momento, capaz si lo hizo feliz, porque ella se las conseguía, pero igual.-

-Hiciste lo que pudiste, Sam, deja de pensar en eso, es momento de superarlo, puedes seguir pensando en él, pero deja de quererlo.- ¿Superarlo? ¿Dejar de quererlo? ¿Cómo carajos podía hacer eso?.-

-Deberías visitarlo, no lo haces hace tiempo, habla con él, te servirá aunque no obtengas una respuesta.- Debería hacerlo, su aniversario se acercaba, ¿Qué mal le haría ir? Además de que posiblemente recaiga, no había nada más.-

Solo necesito tiempo para prepararme, la última vez que fui, fue el día de tu entierro y ya ha pasado un tiempo, iré, solo, déjame prepararme.

Smell Of SmokeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora