1. la esposa y la ex

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Jennie

Mí teléfono no dejaba de sonar desde hace cinco minutos. Las llamadas de Lisa entraban una tras otra, se que en algún momento se detendrá, siempre lo hace. Solo llama para pedirme que encuentre una excusa que justifique su ausencia con sus padres esta noche. Lo más probable es que vaya a ver a su amante.

Suspiro cuando por fin llega un mensaje en el que dice: “no iré a casa, miente algo por mí”. Eso es todo, me pide que vuelva a mentirle sus padres. Ellos sospechan que algo no anda bien en nuestro matrimonio pero continuamos fingiendo para cumplir con nuestros objetivos. En realidad, el suyo, yo ya obtuve lo que quería.

Eso que nos motivó para casarnos fue su deseo por manejar la empresa de su padre y cobrar la herencia que dejó mi padre al morir. Cada una está en un camino diferente, ni siquiera nos toleramos pero esto se ha convertido en nuestra salvación. Y lo mejor, solo debemos resistir dos meses más para que su padre le entregue la empresa a su hija. Mi herencia ya la he cobrado, solo necesitaba seis meses de matrimonio pero el tiempo extra es útil para evitar que nos acusen de fraude.

—Jennie ¿Estás en casa?— es la voz de Chitthip, mi suegra.

Suena tan alegre como siempre. Ella y su esposo, Marco son los únicos  que tienen esperanza de que mi relación con Lisa funcione. Aunque también ha notado que algunas veces no podemos ni vernos. No entiendo como unas personas tan buenas y alegres, tuvieron una hija tan insoportable y descarada.

—estoy aquí— respondo desde la cocina, mi nuevo lugar favorito.

Siento los pasos de más de una persona acercarse. No le doy importancia ya que estoy sacando los palitos del horno.

—que delicioso huele— asegura mi suegra detrás de mí —mi hija estará feliz cuando llegue a casa — me tenso al escucharla, otra vez debo mentirle.

—Lisa trabajará hasta tarde y se quedará en nuestro departamento — no la miro, no quiero ver su expresión de decepción nuevamente — a veces pienso que deberíamos vender ese lugar así ya no tiene que quedarse lejos de su familia — agrego en un tono divertido y la escucho reír.

—tal vez — responde mientras dejo los pastelitos en la mesada — de todos modos esta mansión es muy grande y aquí vivimos muy bien los cuatro—  asiento antes de voltear.

Al girar no solo me encontré con mi simpática suegra, también estaba una hermosa mujer de cabello cobrizo.  La había visto antes y por poco me pierdo en sus ojos rasgados que la hacen lucir exótica. Ella sonríe, me recuerda, cómo no hacerlo después de haber compartido tantas cosas juntas.

—Jen, ella es Yeji, la doctora que llevará el caso de Marco y se quedará con nosotros hasta que consiga un departamento— asiento, la mejor doctora debe atender a mi suegro y sin duda, ella lo es— Yeji, ella es Jennie, la esposa de mi hija— comenta mi suegra con emoción.

La sonrisa de Yeji ya no es igual, ahora parece tensa. Sus ojos me miran con una oscuridad que me recuerdan al día en que nos separamos para que persiga sus sueños de ser una gran médica.

—hola— decimos las dos al mismo tiempo.

No quiero fingir que no la conozco porque mi suegra es como una madre para mí. Tampoco quiero decirle que es mi ex porque ya no la vería con los mismos ojos con los que la ve ahora.

Lazos irrompibles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora