Lazos irrompibles

3 incomodidad

El fin de semana llegó después de mí largo momento de reflexión. Los dos días que estuve sola en el departamento me ayudaron a tranquilizarme luego de la repentina llegada de Yeji. Era extraño sentirme vulnerable pero ahora que volvía a verla en la mansión de mis suegros, nuevamente sentía que esa mujer tiene influencia sobre mí.

Me concentré en esa cabellera que parecía estar envuelta en fuego. Mi corazón se aceleró con su sola presencia.

—baja y espérame en la habitación — me dice Lisa luego de estacionar.

Asentí porque no la había vuelto a ver  hasta que fue a buscarme para regresar a casa. Teníamos muchas cosas de las que hablar antes de que sus padres nos hagan cientos de preguntas.

Algo que se puede resaltar de mi querida esposa es que nada se le pasa por alto así que será fácil para ella inventar algo creíble para sus padres. Solo necesita unos minutos y dejar que su creatividad fluya.

Bajé a toda prisa, la mirada de Yeji me helaba la sangre porque ella me estaba juzgando. Aunque ya no la estaba viendo, sentía que ella no apartaba sus ojos de mí. Quería escapar del lugar pero mí suegro se puso frente a mí.

—lo siento mucho Marco, no te había visto— siento que unas manos me rodean la cintura y mí suegro sonríe al ver esa acción.

Lisa sabe cómo convencerlo, hace un buen trabajo cuando se trata de fingir que somos una pareja feliz. Aunque también se debe a su buena suerte, nadie le ha preguntado algo específico sobre mí, si lo hicieran, ella no podría contestar.

—¿Cómo estás papá? — lo saluda con un abrazo como es costumbre — Jennie y yo tenemos algo de que hablar antes acompañarlos, espero que no te moleste— vaya forma de salir bien parada.

El tono que usó en esa última frase parecía indicar que estábamos teniendo problemas. Marco asintió ya que siempre busca lo mejor para ambas pero antes de escuchar su respuesta voltee hacia la persona que me miraba con tanta intensidad.

Veo a Yeji que continúa observando en nuestra dirección, no se ha movido ni un poco pero mis nervios me hacen sentir que la tengo a unos centímetros.

Ella me distrae tanto que cuando alguien me toma la mano para que comience a caminar, no puedo reaccionar tan rápido como debería. De hecho, había olvidado que estaba en medio de una conversación con mi suegro.

—mira cómo la tienes Lisa, por favor cuida de tu esposa y no hagas que se sienta triste — noto que Lisa sonríe para su padre y hace más presión en mi mano.

Mientras mi suegro habla Lisa me Laza una mirada confundida y busca a quien es la cuasante de mi distracción. Antes de que nos alejemos de Marco ella hace una mueca de disgusto.

Nos llevan solo algunos segundos llegar a la habitación que compartimos en la mansión. Ella suspira como si se quitará un peso de encima y comienza a desvestirse. Todo su cuello está lleno de marcas que evidencian sus enredos con quién sabe que mujer. En realidad yo lo sé, con Dahyun.

—diremos que no hicimos mucho estos días, solo vinos películas y…

—tu padre no quiere dejarte la empresa — la interrumpí sin esperar que se haga una expresión de horror tan rápido.

¿Acaso ya lo olvidó? Se supone que debería estar preocupada de perderlo todo. Incluso a mí me pone nerviosa pensar que ella no conseguirá lo que tanto ha querido.

—¿De que hablas? Nos quedan tres meses de matrimonio para convencerlo— lo dice en un tono que me hace pensar que ella cree que no me estoy esforxando lo suficiente.

Como si fuera mi culpa que su padre tomara esa decisión. Yo he estado con ellos todo este tiempo. Incluso los he puesto como prioridad y mi trabajo se ha visto afectado por eso. De cualquier modo no me quejo, lo hice porque le he tomado cariño.

Me acerco a ella para ver las marcas en su cuello y buscar otras pero no encuentro nada más. La suelto mientras ella me mira esperando que le responda.

—no es tan fácil. Si  pasaras más tiempo con él, lo sabrías— Lisa hace una mueca de disgusto — tendrás que elegir entre tus mujeres y la empresa — me burlo un poco de su mala suerte.