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━─━────༺ ⸸ ༻────━─━

Cuando llueve también diluvia.

Nayeon pensó y pensó, recostada sobre su gran cama mientras el cielo se entristecía fuera del gran ventanal.

Cuando Nayeon era pequeña siempre miró cómo sus padres reprendieron a todos esos demonios que atormentaron las vidas de las personas. Ella tuvo miedo.

Pero siempre fue reconfortada por su madre diciendo que Dios siempre estaba con ella y nunca le pasaría nada. Así fue hasta que conoció a Jeongyeon.

Cuando esos hombres... Cuando ellos atentaron contra sus vidas no fue Dios quien defendió a Nayeon y la salvó. Fue Jeongyeon.

Fue Jeongyeon quien la sostuvo contra su pecho y la reconfortó. No su madre. Fue Jeongyeon quien estuvo con ella y la protegió. No Dios. No Dios. Él... No estuvo ahí.

Nayeon recordaba el miedo y la horripilante sensación de temor y preocupación recorriendo su cuerpo. Los nervios y el sudor acumulándose. Y después paz y tranquilidad.

¿Miedo? Aún temblaba.

Aún temblaba por Jeongyeon. Porque Jeongyeon no había sido misericordiosa y en cambio ella había acabado con la vida de sus atacantes. Pero si lo miraba desde otra perspectiva...

Jeongyeon tomó las sábanas y se cubrió hasta la cabeza, dio vuelta sobre la cama y gimió.

Sus pensamientos estaban hechos un lío. No sabía qué pensar. Qué hacer.

¿Debería ir y agradecer a Jeongyeon por salvarlo? Nayeon sabía que tenía  que hacer.

Pero...

Nayeon gimió nuevamente y giró al otro lado de la cama.

Tenía que poner en orden sus pensamientos. Así que enlistó;

Primero, estaba agradecido por ser salvado de la muerte. Correcto.

Segundo, Jeongyeon había asesinado a dos personas. Así tan fácilmente como lo era comerse un hotdog. Eso fue escalofriante.

Tercero, ¿Por qué siquiera estaba considerando las opciones? Debería de tenerle más miedo a Jeongyeon. Ella misma había dicho que era la hija del mismo satanás y  eso es malo, cruel e incorrecto, ¿No?

¿Porqué se sentía preocupada por Jeongyeon y por lo que sentiría si le dijera que estaba asustada?

Pensó en Jeongyeon. Y en sus ojos oscuros y atrayentes. En la determinación en su mirada y... El deseo. El anhelo. Cariño.

Nayeon pensó en su madre y en su padre.

¿Qué dirían de él ahora? Deberían de estar decepcionados de ella por olvidar su fé en Dios. Nayeon ya ni siquiera oró por las noches. No sentía que fuera correcto estando en el hogar de Jeongyeon.

Pero Jeongyeon y estos sentimientos por ella tampoco lo eran.

¿Entonces qué lo era?

Jihyo entró en ese momento a la habitación con su bandeja de comida diaria. Ella se veía calmada y paciente como siempre. Tomó lugar en la cama después de dejar la bandeja.

—Es hora de la comida, ¿Se siente mejor? Han pasado tres días. Debería comer más.

Nayeon salió de abajo de la sábanas y mantuvo su distancia. Tampoco había tenido mucho apetito desde lo ocurrido. El día siguiente al incidente Jeongyeon se apareció en su habitación y le ofreció comer con ella  y Nayeon le rechazó.

Aún tenía dudas y en ese momento aún estaba en shock. No podría comer en el mismo lugar que Jeongyeon sabiendo que Jeongyeon era una... Asesina.

—Muchas gracias— contestó finalmente.

𝑩𝒐𝒓𝒏 𝑭𝒐𝒓 𝑬𝒗𝒊𝒍 / ⊱𝟐𝒀𝒆𝒐𝒏⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora