we are jaune ᥫ᭡ | Jenlisa

Capítulo 30: ¡Adiós Capitán de leche!

La tensión en la mesa estaba sofocando a la pobre pareja que se veían la una a la otra, sin parpadear o moverse, era lo más parecido a una batalla, mientras el reloj avanzaba lentamente los ojos de Jennie lagrimeaban al querer parpadear y Lalisa ya no podía resistir más, habían pasado tan solo quince minutos pero se sentía como largas horas.

-Por favor Lisa, no hagas esto más
difícil.

-Tú eres quién complica las cosas, y lo sabes.

Jennie gruñó mientras pasaba sus pulgares debajo de sus ojos para
retirar las lágrimas, no podía perder, su orgullo nunca se lo permitía, ¡al diablo!, ella era Jennie Kim, nunca perdía.

-¿Por qué hacemos esto en primer lugar?

-Porque no queremos que un desconocido cuide de Rosie.

-¡Entonces yo me quedo! Solo serán
dos años y tengo suficiente dinero
guardado, conseguir empleo no será
ningún problema después.

La rubia frunció el entrecejo al no
estar de acuerdo con sus palabras,
sabía que Jennie no era un amante
total de su trabajo pero lo disfrutaba
y se sentía cómoda, dejando de lado
el estrés y algunas horas extras claro, pero también sucedía que ella también amaba su trabajo y sueldo.

Ambas habían comenzado a discutir
con quién se quedaría Rosie a partir de ahora, después del descanso que se les concedió para pasar tiempo con su hija tendrían que empezar
nuevamente con su responsabilidad laboral, pero no querían dejarla sola, fue entonces que apostaron.

"La primera en rendirse seguirá
trabajando mientras que la otra, se
quedará en casa con la niña".

La opción de una niñera o niñero
no les agradaba, mucho menos una
guardería, era demasiado pronto.

-Ustedes realmente se complican
demasiado las cosas, nosotros
podemos cuidarla hasta que regresen, ahora que tenemos un apartamento cerca no será complicado.

Junto a ellas tomó asiento Chitthip,
dejando sobre la mesa dos tazas de té con galletas integrales, ella observó en ambas mujeres sus ojos llorosos debido a la supuesta gran batalla y no pudo no reírse por su forma de actuar.

-¿Harían eso por nosotras, mamá?

-¡Claro que sí Lalisa! No seas tonta, soy una abuela joven así que trataré de dar lo mejor de mi, Marco estará muy feliz, solo míralos jugar allá afuera.

En el jardín de la casa estaban Rosie y Marco corriendo detrás de una pelota roja, con ellos también estaba Kuma intentando atraparla.

Para la pequeña era una actividad
nueva y por eso su abuelo le daba algunas ventajas pero no por ello el
juego era aburrido, todo lo contrario.
Sus carcajadas se escuchaban hasta
dentro de la sala donde bebían el té.

Era un sábado por la tarde y habían ido a visitar a los mayores, encontrándose con la sorpresa de que dejarían atrás la casa para mudarse a un nuevo apartamento.

Chitthip hizo un gesto con sus manos
para llamar su atención, sonriendo
al ver a su esposo correr lentamente
para que la pequeña tuviera más
chance de ganar, entonces tomó la
caja de galletas y la dejó en la mesa
para que pudieran comerlas.

-¡Galletitas! Son mis favoritas, abuelita.

-Por eso las compré especialmente
para ti, anda, comelas antes de que la glotona de Lisa te las robe.-
Rosie volteó hacia la rubia que llevaba tres galletas en forma de flor en su mano, le dió una de esas miradas que significaban desconfianza y tomó dos en cada mano sin apartar su vista de su mamá.