☽⋆ᴄᴀʟᴏʀ ᴀᴄᴏɢᴇᴅᴏʀ

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Los pequeños hijos de la Unión soviética jugaban por el patio de su casa, corriendo y saltando.

─ Te toca contar a tí, Bielo─

informó el ruso. La niña nombrada se acercó a un árbol y empezó a contar tapando sus ojos con las manitos. Los demás corrieron a esconderse.

Rusia tomó la mano de Ucrania y recorrieron todo el patio. Pero no había un buen escondite por ningún lugar. El menor susurró algo a su hermano y este asintió con una sonrisa. Ucrania le había propuesto al contrario salir del patio y esconderse en el bosque, a pesar de que Urss les había ordenado no salir por nada del mundo sin su permiso.

Los dos jóvenes salieron rápida, pero sigilosamente del patio, sin ser vistos por los guardias del lugar. Una vez fuera, se acercaron a unos árboles y se escondieron detrás de estos.

─¡Salgo!─

Gritó Bielorrusia para empezar a buscar a sus hermanos. Los minutos pasaban y los niños no eran encontrados a excepción de Kazajistán. Ucrania se asomó y vio que sus otros dos hermanos entraban a la casa. 

Los niños salieron de su escondite y empezaron a correr hacia la casa, pero Rusia frenó en un momento, sintió el piso mas duro de lo normal, parecía concreto, movió con el pie algunas hojas que obstruían la vista y comprobó su teoría.

─¿Qué haces? Volvamos─

preguntó el ucraniano mientras se acercaba a su hermano mayor.

─ Hay suelo de concreto aquí, es raro ¿No crees?─

Aclaró Rusia mientras curioseaba al alrededor. El contrario miró y comprobó lo dicho para empezar a hacer lo mismo que él.

─¡Mira hermano, hay una ventanita aquí!─

Mencionó emocionado Ucrania mientras señalaba una pequeña ventana enrejada de aproximadamente 20 centímetros de alto y 30 de ancho. Rusia se acercó y comprobó lo dicho por su hermano.

─¿será un búnker?─

─No lo sé, veamos hacia adentro─

Los dos miraron a través de esa ventana. Lo primero que vieron fue una pequeña luz blanca que colgaba del techo, luego una mesa con cosas, y por último, en un rincón, unos trapos que cubrían a una persona.

¿una persona? Los niños, al notar eso se miraron mutuamente.

─¡Oye, persona! ¡¿Qué haces ahí, estás bien?!─

─¿Estará muerto? No se mueve─

Supuso el menor al no ver una reacción de aquella persona tan extraña para ellos.

─ No digas eso, tonto. Solo está durmiendo─

Respondió el ruso para tomar un palo del suelo y dar unos golpes en la ventana. Eso hizo reaccionar a aquella persona que dormía en el búnker, quien despertó de golpe y miró a su alrededor, viendo al fin a los niños.

─¿Quienes son ustedes?─

Preguntó algo serio, pero nervioso a su vez.

─ Tenemos la misma pregunta para ti ¿Estás bien? Podemos decirle a nuestro papá que te ayude a salir─

La expresión del capitalista cambió a una esperanzada.

─¿Ha-hablan en serio? ¡si, por favor!─

respondió mientras se acercaba a paso rápido a aquella ventana.

─¡Si, espéranos aquí!─

Los dos niños volvieron corriendo hacia su casa y fueron a la oficina del soviético, donde estaba este mismo.

─¡Papá papá, necesitamos tu ayuda!─

exclamó el pequeño ruso mientras se acercaba a su padre.

─¿Qué pasa?─

preguntó el soviético mientras miraba a sus hijos.

─Encontramos a un señor muy lastimando y vendado dentro de un búnker cerca del patio, necesita nuestra ayuda para salir─

explicó el menor, y la expresión de Urss cambió a  una seria.

─¿Qué hacían fuera del patio? ¿No les dije que no salieran sin mi autorización?─

─Perdón, papá, pero por favor, ayuda a ese señor─

suplicó su hijo mayor.

─ No, ese hombre es malo y quiso hacernos daño─

─ ¿Entonces lo conoces?¿Sabías que él estaba allí?─

Esa pregunta tomó por sorpresa al Soviético, quien no diría la verdad ante sus hijos, no sería un buen ejemplo.

─¿Eh? Claro que no, solo sabía que lo habían capturado, pero nunca que estaba en esas condiciones...─

─¡Entonces tráelo para la casa, y dale la habitación de invitados! ¡Por favor, papá!─

los dos niños abrazaron a su padre, quien suspiro y no tuvo mas opción que ceder ante las súplicas de sus hijos. Podía odiar al estadounidense, pero su prioridad siempre serían sus hijos.

─Bien, pero deben prometerme que no se acercarán a él sin mi supervisión─

─¡Gracias, papá!─

Los niños sonrieron, y luego de varios abrazos y besos, soltaron a su padre para que este salga de la casa y se acercara al búnker para entrar, mientras los niños esperaban detrás de las rejas del patio.

Urss, al entrar al lugar, se acercó al estadounidense y lo tomó de los hombros.

─¿Tú les dijiste a mis hijos que te saquen de aquí?─

─Si hubiera sabido que tú eras el padre, me quedaba callado─

Mencionó con fastidio.

─Como sea, te llevaré a mi casa, pero a cambio, tu no dirás nada de lo sucedido aquí. Si me entero que lo haces, volverás, y las torturas serán mucho peores ¿Oíste?─

amenazó el soviético.

─ Me parece un buen trato─

Sonrió Usa, a lo que Urss se sacó el saco, y lo puso encima de los hombros del americano.

─Sígueme─

El americano hizo caso a la orden del contrario, y juntos salieron del lugar para adentrarse en el hogar soviético.

Apenas se cerró la puerta, se sintió el calor de los calefactores, cosa que hizo que usa suspirara aliviado, por no tener que pasar frío.

El ruso, quien había corrido hacia adentro junto a su hermano apenas vió a su padre salir, se asomó por el comedor y pasados unos segundos se acercó.

─¿Usted es el señor USA?─

Preguntó mirándolo.

─ Así es ¿Y tú quien eres?─

Preguntó el americano con una leve sonrisa.

─Rusia, el hijo de Urss. Ustedes se conocen ¿No?─

Usa negó, acción que molestó al soviético, quien demostró tal sentimiento con una sonrisa evidentemente sarcástica.

─ No mientas en frente de mis hijos, por favor─

URSS puso una mano detrás del contrario y lo dirigió a su habitación. Seguido por los cuatro niños, quienes estaban interesados de conocer al famoso Estados Unidos.

❥・Toy heart | Urssame (cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora