"Mi supuesto salvador" /Ben Drowned/

Capítulo 4

Bajo el cuchillo y miro a todos lados en busca de mi padre, no hay nada en el cuarto. No esta. Salgo cerrando la puerta tras de mi con llave. El dejo las llaves en el perchero, no tiene como entrar, es demasiado estúpido *Recuerda que es tu padre* me dice mi subconsciente. El ya no es mi padre, nunca lo fue y nunca lo será. Tal vez tenga su sangre corriendo por mis venas pero eso no significa que sea mi padre.

-Técnicamente si- esa maldita vos otra vez.

¿Quién es? ¿Cómo puede meterse en mi cabeza? Y lo más importante ¿Qué quiere?

Suspiro, camino hacia mi cuarto, entro y miro todo. Esta normal, solo una cosa. La televisión está encendida. Yo que recuerde la apague. La partida del videojuego está en pausa. Creo que la partida lleva el nombre de Ben. Apago la consola pero no lo hace, sigue encendida, le quito el cartucho y nada. Por último la desenchufo y al fin se apaga. Me acuesto en la cama mirando hacia el techo.

Supongo que no me queda otra opción que irme con el enfermero, no tengo dinero para mantenerme sola, a menos que consiga un trabajo, pero no creo que vallan a dármelo. Sera mejor que termine la semana en la secundaria. Si, y después me daré de baja. Busco mi mochila para prepararla ya que me quedan 4 días de clases. Guardo mis libros y hago un poco de tarea que me falta. Para cuando termino ya son las 12:45 am. Me acuesto en mi cama y me arropo hasta la cabeza e intento dormirme. Después de unas horas lo logro.

Cuando despierto por mi alarma del celular, la apago inmediatamente y tomo mi navaja retráctil de la mesita de noche y salgo de la cama dando pasos silenciosos hacia la puerta. Cuando cruzo la puerta empuño la navaja apuntándola delante de mí. Camino por el pasillo y llego a la puerta del baño, la abro de golpe y no hay nadie dentro. Vuelvo a caminar por el pasillo y llego a la puerta del cuarto de mi madre y el idiota. Empuño más el cuchillo y con el mayor silencio que puedo giro el picaporte. Y abro la puerta de golpe. Y... no hay nadie.

Maldito infeliz después de matar mi madre no tiene el valor para venir y enfrentarse a mi. Que desperdicio de tiempo.

Bajo las escaleras saltando el charco de sangre. *Algún día tendrás que limpiarlo* Claro que no maldita subconsciente. No lo limpiare, estará toda la vida ahí. *Floja*

Dejo de lado los insultos de mi subconsciente y tomo la caja de cereales y un tazón, los dejo en el desayunador y saco la leche del refrigerador.

[...]

Después de haber desayunado, duchado y vestirme salgo de la casa rumbo al colegio. Sinceramente me siento nostálgica por mi madre, ella no merecía la vida que le toco, ella merecía algo mucho mejor, un mejor esposo o incluso una mejor hija.

Cuando llego al colegio no pasa nada interesante, camino por los pasillos escuchando los murmullos detrás de mí, llego a mi casillero meto mis libros y saco otros y camino hacia la clase que me toca: Química. Mi materia favorita. Camino al aula y cuando llego me siento en la butaca de al final. Lo peor de química son las mesas dobles. Por suerte nadie se sienta conmigo o bueno no dejo que nadie se siente conmigo.

Las clases comienzan cuando los demás entran junto con la profesora que comienza a dar la clase. En realidad amo química se me todo al derecho y al revés. Eso supongo que es bueno.

Después de una media hora la clase es interrumpida por que alguien abre la puerta, sinceramente no me interesa, lo que me interesa es que interrumpió las clase.

La maestra habla con alguien por un momento y después se dirige hacia nosotros.

-Chicos, tenemos un nuevo compañero -dice la maestra -. Preséntese.

Y ahí es cuando lo veo: un poco alto, cabello rubio enmarañado y ocultado por un gorro de lana verde obscuro, ojos azules. Con un suéter verde, pantalones vaqueros negros y unas converce verdes. *¿Cuál será su color favorito?* dice sarcásticamente mi subconsciente.

-Mi nombre es Ben Peter- dice el chico. *¿Peter Pan?*

Maldita subconsciente. Miro al chico y al verlo veo que todas las chicas babean por él... Literalmente están babeando... Qué asco. Yo también babearía si no me dieran asco sus ojos. Azules. Demasiado vanidoso. *Tus ojos también son azules* Claro que no. Son negros. *Azules* Jodete. Son negros. *Di lo que quieras siguen siendo azules* Hija de...

-¿Puedo sentarme?

Volteo a mi izquierda y veo al chico rubio. Un momento yo lo he visto en alguna parte.

-Em... de hecho...- no termine ya que una rubia plástica me interrumpió.

-Oye siéntate conmigo lindo- dice con ese tono tan fresa que me dan ganas de vomitar.

-Por favor siéntese de una vez, señor Peter, necesitamos continuar con la clase.

El chico se sienta junto a la chica plástica y me siento aliviada *Sé que querías que se sentara junto a ti* Cállate, no es cierto. Y no voy a volver a discutir contigo. *Técnicamente estas discutiendo contigo misma* Maldita idiota.

[...]

Después que terminan las clases, guardo mis libros y me cuelgo la mochila al hombro. Salgo sin prisas del aula y camino por el pasillo. Llego a mi casillero. Saco mi libreta preferida y meto casi todos los libros que tenía en la mochila. Me dispongo a cerrar mi casillero cuando el mismo se cierra de golpe.

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Oyak jejeje estoy aburrida. Y se me acaba de ocurrir un concurso genial. Les informare cuando acaben las tres novelas que estoy subiendo.

Si les gusto el capitulo comenten y voten, se siente raro que haya varias vistas pero ningún voto o comentario.

Los quiere.

Angell¬w¬