-34-

640 117 23
                                    

Esa noche en el parque la pasamos muy bien, serian recuerdos que los guardería en mi corazón, no nos habíamos podido ver un par de dias por que estabamos ocupados pero acordamos tener una cena en su casa el fin de semana estaba emocionado por eso, las cosas iban muy bien y aunque todavía no regresamos oficialmente me sentía feliz. Hoy iríamos a una cafetería después de clase y yo le avise que se había presentado algo inesperado.

Estaba saliendo de mi clase, el profesor se le hizo buena idea que escucháramos una conferencia que nos ayudará para nuestro próximo examen y tardé tres horas. Salí con un poco de dolor de cabeza y no me dio tiempo de comer porque fuimos directo a tomar esa platica. Saqué mi celular mandando un mensaje a Slime que apenas había salido y que me avisara en donde lo tendría que ver.

— Oye vamos hay que ir a comer que me estoy muriendo. — Hablo Quackity, que se veía algo fastidiado.

— Gracias, pero creo que iré a comer a otro lado. — Mis amigos voltearon a verme algo extrañados. — Tengo planes. —

— ¿Con quién tienes planes? — Yo alcé los hombros sin decir nada. — Bueno no me cuentes y tu Fit quieres ir a comer con nosotros. — Después de los meses que termine con Slime volví a acercarme a Fit para pedirle disculpas y ponerlo en un problema en donde él no tenía nada que ver al principio él no lo tomó de la mejor forma seguía teniendo un poco de resentimiento por lo que pasó. Pero con el tiempo Fit empezó a acercarse más a mi y mis amigos, habíamos salido un par de veces todos juntos.

— Me encantaría ir a comer con ustedes pero tengo sueño y prefiero irme a mi casa. — Tienes razón yo después de comer me quedaré dormido toda la tarde no tengo ganas de hacer nada. Pero si vienes mañana con nosotros a estudiar.

— Sí ahí estaré.

— Luego nos vemos. — Se despidió de los dos, saqué mi celular para recibir los mensajes diciendo que venía por mi y que lo esperara. — Oye y tu a donde iras puedo acompañarte.

— Mmm... no hace falta, tu tranquilo me quedaré un poco. —

— Bueno, mañana nos vemos. — Fit ya se iba pero lo detuve al recordar algo.

— Oye puedes prestarme los apuntes que ayer te dije. — La profesora nos dio tanta información que no pude con todo y tenía a la mitad mis apuntes.

— ¿Cuáles eran ya no recuerdo?—

— Eran de la profesora del lunes. — Se quedó un momento pensando, sabía que él tendría miles de cosas en la cabeza y no podía con más.

— Ya se me había olvidado — Busco en su mochila tratando de hallar la libertad. — Se que me vas a odiar pero no los traje. —

— No te preocupes será mañana.

— Ya se mejor mandame mensaje en la noche porque se que mañana llegaré y se me habrán olvidado de nuevo.

— Si yo te aviso y gracias. — Nos despedimos y yo de nuevo mire mi celular para ver si tenía un nuevo mensaje de Slime. Sentí las manos de alguien rodeando mi cintura, brinque un poco del susto pero a los segundos sonreí.

— Hola bebé —

— Casi me matas del susto, estuviste a punto de quedarte sin cita. —

— Lo siento, pero ya te extrañaba. — Me dio un beso en el cuello que me provocó que se eriza mi piel. — La verdad es que ya estaba aquí hace unos minutos pero te vi hablando con alguien y no quería interrumpir. — Mi cuerpo se tenso al escuchar eso, recordé que a Slime no le caía muy bien. — No sabía que habías vuelto a ser amigo de Fit. —

Slime trató de darme un beso de nuevo pero me alejé, no sabía ni que decir o como tratar de justificarme, estaba tratando de buscar las palabras para que él no se enojara. — El... m-e va a pasar u-unos apuntes.. — Cerré los ojos esperando el regaño o que me lastimara pero eso nunca llegó.

— De nuevo te atrasaste con tus apuntes. — Lo mire y el se veia tranquilo, no se veia ningun rastro de enojo o molestia en sus facciones.

— N-o... recuerdas que te dije que el lunes no había anotado bien, se las pedí a Fit pero se le olvido pero mañana me las dará. —

— Bueno intenta que se amalana no quiero que te retrases y no puedas estar libre el fin de semana. — Él me soltó de la cintura pero me tomo de la mano comenzando a caminar a la cafetería.

— Ven debes de estar cansado, te ves un poco pálido. —

— Es que la plática estuvo muy larga y había mucha información. —

— Vamos, no quiero que te enfermes. — Me dio un beso en la mejilla y seguimos nuestro camino.

Possessive love - FliporianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora