¿Me seguirás amando cuando la Magia se vaya?

XIII

°♡︎°

-Y Sirius me hablaba sobre ti en sus cartas, decía que eras un chico algo raro por qué siempre sonreías pero que igual le agradabas mucho.-Dijo Regulus.

-¿Enserio te hablado sobre mi?, Nunca me lo dijo.

-Supongo que no lo hizo, las cartas entre hermanos siempre fue algo privado para nosotros. El incluso te describió un poco físicamente.

James sonrió y se acercó a Regulus.

-¿Físicamente?, Y que tal ¿Me imaginaste lindo?.-Dijo sonriendo.

-La verdad, si. Pero también como un torpe cuando leí que usabas lentes con mucho aumento, eres muy ciego sin tus lentes.

-Acertaste en lo de lindo si lo soy, pero no soy torme, para nada y no estoy tan ciego.-Dijo James y Regulus no pudo evitar reírse de el.

James ahora está indignado.

-Oh, okey okey...-Dijo James y se alejo mucho de Reg.-No vuelvas a hablarme nunca en tu vida, Regulus Black.

-Merlin, eres tan dramático. De igual forma es verdad sin esos lentes nisiquiera sabrías donde estas.

-Claro que sabría, no estoy tan ciego.

-Bien, hay que probarlo.-Dijo Regulus, y de un momento a otro estaba junto a James quien se pudo algo nervioso por la repentina cercanía.

Regulus llegó sus manos al rostro de James, y con cuidado le quitó sus lentes.

-¿Que tal miras eh?.

-Bien.

Estaba mintiendo, todo se volvió realmente borroso sin sus lentes, ni siquiera se distingue donde estaba... Ni siquiera... Se distingue donde está.

-Menti, no veo nada nisiquiera donde estoy.-Dijo James y comenzó a acercarse a Regulus.

-James...

-Perdón, no se dónde estoy no tengo mis lentes.

-Estas muy cerca...

James sonrió.

-No tengo mis lentes, así que no es mi culpa haber terminado así.-Dijo, luego se acercó más y dejo un pequeño y lindo beso en los labios de Reg.

Luego dejo otro beso y luego otro, luego otro, y beso tras beso escuchaba y sentía la linda risa de Regulus en sus labios, le encantó esa risa así que para seguir escuchando esa risa lo siguió besando.

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James abrió sus ojos al igual que Regulus también lo hizo, se miraron y sonriendo, no fueron necesarias las palabras; solo sonrieron y volvieron a besarse.

Los ojos grises de Regulus le estaban comenzando a gustar demasiado a James, cada que dejaban de besarse y abrían los ojos los veía unos lindos ojos grises. Le gustaba ver esos ojos grises, eran un lindo color.

Aunque una parte de el aún consideraba lindos ciertos ojos verdes, no podía desvanecerse esa parte de el de un momento a otro, no podía.