CAPÍTULO 5

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Seis de la mañana.

A las cinco Alira ya estaba lista con su respectivo uniforme para el entrenamiento de la mañana, a pesar de que no se practicara el quidditch este año, este deporte no se podía descuidar, tenía que estar en constante práctica.

Estaba leyendo un libro muggle. Alira era probablemente la primera bruja siendo sangre pura que sabe tanto de muggles como ellos mismos, creció con un tío muggle, él le enseño muchísimas cosas, entre ellas hornear, Alira amaba cocinar, y más si eran galletas, tortas, pasteles, biscochos y demás, era como hacer pociones, solo que menos arriesgado.

A pesar de que la vida romántica de Alira era nula, y no se consideraba una persona romántica, tenía sus etapas de leer romance, sus preferidos eran los libros antiguos, ya había leído Romeo y Julieta, y si éramos sinceros, no le gustó nada el libro. También leyó Orgullo y Perjuicio, uno clásico y, aunque no era su preferido, le gusta bastante. Razón por la que ya se había leído la gran mayoría de libros de Jane Austen.

Pero, aun así, el libro que tenía en sus manos prometía ser uno que la dejaría suspirando.

Viendo que aún faltaba media hora para que empezara el entrenamiento, decidió salir al campo de quidditch del colegio, ya que no competirían este año por un trofeo que Alira aun no comprendía ni interesaba, Dumbledore dejo a su disposición el campo para que los estudiantes de Ilvermorny practicaran su deporte, siempre y cuando lo entregaran intacto.

Cuando salió de la sala común, el frio era simplemente infernal, definitivamente extrañaba el sol de Ilvermorny.

Aun así, al otro lado del castillo, tres leones salieron de su sala común junto con dos Wampus que estaban de muy buen humor.

Ya había pasado una hora y media desde que Alira se había ido, y para esta hora ya estaría entrenando. Lea y Tristan sabían eso, pero esa no era la razón por la que estaban cinco chicos caminando hacia el campo de quidditch.

Harry, Ron y Hermione deberían estar entrando a clases de herbología si no fuera porque un chico de segundo año tratando de lucirse saco un monto de mandrágoras ocasionando que todos los que estaban ahí sufrieran un desmayo, incluyendo la profesora Sprout. Tenían suerte de que las mandrágoras fueran lo suficientemente jóvenes como para que sea imposible la muerte de alguno.

Harry no entendía que hacía afuera de la cama tan temprano, pero considerando que no pudo dormir nada bien, decidió seguir a sus amigos y conocer a los nuevos chicos que habían hablado con Hermione y Ron.

—Sigo sin entender que hacemos despiertos a esta hora, es horriblemente temprano—Se quejo Ron provocando la risa de Lea.

—Créanme, valdrá la pena cuando lo vean. Los entrenamientos con espadas son tan emocionantes de ver—dijo la chica con una sonrisa gigante. Algo que Ron no entendió, desde que la conoció no ha dejado de sonreír ni reír.

—Y sin duda te llena de adrenalina—dijo Tristan.

Los tres chicos tenían muchas preguntas, en especial Hermione, busco en la biblioteca sobre ese dichoso juego de espadas, pero la información que encontró era en extremos irrelevante, no daba mucha información al respecto.

Aun así, los chicos les dieron una mirada como de "no pregunten, es mejor que lo vean"

Pero para este punto en el campo había una clara tensión entre Horned Serpent y Thunderbird.

No era un secreto que estas casas tenían una rivalidad muy fuerte. La razón; competitividad pura. Ambos eran bastante buenos, pero el siempre querer resaltar por parte de Thunderbird generó un desprecio de parte de los Horned Serpent para estos.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2023 ⏰

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