PREFACIO

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En algún lugar en Estados Unidos, una reunión de suma importancia se llevaba a cabo por la presidenta de la MACUSA, gente venía e iba de un lado a otro con un inusual ajetreo.

Newt Scamander caminaba a paso nervioso por el sitio, con los nervios a flor de piel esperó a que lo llamaran para poder discutir la situación actual de no solo su muy reducida familia, sino también de un acontecimiento reciente en la que perdió a su hijo.

Un hombre con notable frustración se acercó a Newt y con un semblante bastante serio, le dijo que lo siguiera sin chistar una sola palabra.

A medida que avanzaban el castaño notaba todo el revuelo que sucedía en el lugar, hasta que quedaron al frente de una habitación que el hombre, con un asentamiento de cabeza le indicó que entrara, Newt aún con sus sentidos al pendiente entró en aquella habitación.

Todas las voces cesaron en cuanto se escuchó la puerta abrirse, y cuando la presidenta notó la presencia del castaño se acercó a gran velocidad a él.

—Señor Scamander, me alegra que llegara tan pronto, y lamento lo sucedido y tan poca simpatía que le estamos dando, pero la situación es delicada.

Newt solo se dedicó a asentir mientras jugaba con sus manos, todo había sucedido tan rápido que no tuvo tiempo de procesarlo, y como hacerlo, hace menos de 24 horas había hablado con su hijo y su nuera, ahora ya ninguno estaba y lo único que le quedaba de ellos se lo querían quitar.

—Señor Scamander, quiero que entienda que estamos al pendiente de la situación, pero esa niña en el futuro podría cambiar muchas cosas, y sabemos que legalmente la niña quedaría a su cuidado, pero ella también tiene un padrino que la cuidaría, estaría cerca de Dumbledore todo el tiempo y así tendríamos una situación controlada.

Esas palabras causaron en Newt una reacción inmediata, esas palabras cuidadas por la presidenta le produjeron una sensación parecida a la rabia, aunque solo quería llevar esto en paz.

—Lo que ustedes están diciendo es que no confían lo suficiente en mí, en que no la criaría como si fuera mi hija, porque la única diferencia es que no sería mi hija, sería mi nieta. La cual usted misma ha dicho legalmente yo soy su familia, lo fui desde que adopté a Darius, el cual también hubo un enorme problema, pero, aun así, fue adoptado por mí.

La presidenta intento acercarse, pero en un segundo se detuvo.

—Señor Scamander debe...

—¡No! Ella es británica, sigue estando bajo mi custodia y lo seguirá siendo, y lamento decirle señora presidenta, que ni usted ni nadie va a quitarme a Alira. Vine a Estados Unidos a residir aquí por el mismo bienestar de Alira, no crecerá en un lugar donde una guerra fue la causante de que sus padres no estén aquí con ella, ni muchos menos lo hará con traidores sueltos, todos creen que Harry Potter fue el único que sobrevivió esa noche y así se quedara— exclamó el hombre con calma pero con un tono imponente y seguro que nunca nadie lo había escuchado —Ella asistirá a Ilvermorny cuando crezca, tendrá una vida normal aquí en Estados Unidos lejos de todo lo relacionado con el que no debe ser nombrado, y sobre todo crecerá y yo me asegurare de que sepa que sus padres murieron por protegerla a ella.

Nadie dijo nada, un silencio tenso se expandió por el lugar, y aunque el consejo esperaba hacer entrar en razón a aquel hombre, él tenía razón, la niña era británica y no tenían jurisdicción alguna sobre ella, el estado británico acepto la idea de la familia Scamander sobre irse a vivir lejos de todos esos malos recuerdos y sucesos. No les tomo mucho tiempo, lo suficiente para que los amigos de su hijo se despidieran de la niña y, por consiguiente, de ellos también.

Sobraba decir que a muchos no les gusto la idea de alejar a la niña, sobre todo al padrino de aquella criatura, pero a decir verdad no había mucho él pudiera hacer respecto a eso.

Newt salió furioso de aquel lugar, y como no estarlo, quisieron quitarle lo único que su hijo había dejado, y aunque la niña hubiera salido idéntica a su madre, a la luz de la luna era un constante recordatorio de la imagen de su difunto hijo.

Cuando llego a su muy alejada casa en medio del bosque, lo primero que hizo fue buscar a la niña que yacía dormida al lado de su abuela, ante tal imagen Newt no pudo evitar soltar las lágrimas. Aún le parecía irreal que su hijo no estuviera con ellos, abrazando a su hija y esposa mientras esperaban a que las galletas que horneaba Jacob kowalski estuvieran listas, mientras Tina discutía con su hermana por estar leyéndole la mente a las personas cada tanto, sus amigos reunidos haciendo bromas, y una que otra mirada de rencor hacía el amigo de su esposa.

Esos días recorrieron su cabeza por veinte minutos hasta que vio a su esposa a los ojos, ella ya estaba levantada y mientras acomodaba a la niña para que estuviera cómoda Newt no pudo evitar regresar a esos días en los que él hacía eso con su hijo.

Tina con cuidado abrazo a Newt permitiéndose llorar, uno junto al otro, juraron esa noche que cuidarían con su vida a Alira Scamander.

No dejarían que sufriera lo mismo que ellos o sus padres, al enfrentarse a una guerra en la que saldría perjudicada si se enteraran de sus verdaderas raíces. Se acabo la guerra y con ello, también pensaron que el sufrimiento de ellos acabaría.

Que equivocados estaban.


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NOTA DEL AUTOR

Este es solo una pequeña parte de toda esta situación, lo escribí ya hace un tiempito así que espero les guste.



María <3


JUEGOS DE PODER (HARRY POTTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora