CAPÍTULO 4

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Harry Potter.

Era el único pensamiento que la chica tenía en la cabeza, no paraba de darle vueltas al asunto, no sabía que extraño vinculo tenían ellos dos, pero lo averiguaría, estaba segura de que lo haría.

Apenas terminaron sus clases con su profesor de Historia de la magia, Alira salió cual bólido hacía el Gran comedor, que es donde todos los estudiantes deberían ir ya que era hora del almuerzo. Pero ella no, ella salió corriendo hacia la sala común de Slytherin donde era que tenía su cuarto con sus cosas, incluyendo a su lechuza Hermes.

Dijo la clave en voz alta para entrar en cuanto la pared se abrió paso ante ella, entro de prisa casi sin fijarse si había alguien adentro, subió las escaleras a zancadas, o al menos lo que le permitieron sus piernas, en cuanto llegó a la cúspide de las escaleras ralentizó su respiración lo mejor que pudo.

Entro a su habitación y fue directo a la mesa donde tenía guardado algunos pergaminos, una vez tenía una pluma en la mano no supo exactamente que escribir.

Pero meditándolo durante un tiempo decidió contar todo lo relacionado con Harry Potter desde el día en que llegó hasta hoy, aunque no es mucho el tiempo de diferencia entre los días.

Escribió absolutamente todo, por más irracional y fuera de lógica que sonara, pero no sabía que otra cosa hacer, si sus abuelos sabían algo era mejor que les escribiera y ellos les dé respuesta a sus preguntas.

Dejó la pluma en la mesa y suspirando se recargo en la silla.

—De todas las personas del mundo, justo tenía que cruzarme con Harry Potter.

Se levantó y con cansancio caminó hacia la puerta para después abrirla, pero vaya sorpresa se llevó al ver al chico de cabello rubio de la otra noche parado al frente de ella, eso sin duda era lo último que necesitaba.

—¿Se te ofrece algo?

Más sin embargo el chico solo le dio un repaso, uno descarado, uno que hizo que la castaña frunciera el ceño provocando varías arrugas en su frente. Eso solo le hizo gracia al rubio.

—Sabes estuve investigando un poco sobre ti. Y resulta que los viejos anuarios de la biblioteca si sirven de algo después de todo— Dijo el chico apartando a Alira y entrando a la habitación como si fuera suya, obviando el hecho de que era el área de chicas.

No esperó a que ella contestara cuando la miro a los ojos con una sonrisa.

—Alira Scamander. Admito que el apellido fue difícil, tuve que buscar mucho y sacar mis propias conclusiones, pero nada imposible que no pueda hacer—le dijo acercándose a ella a paso lento. —Tú nombre fue fácil, con solo llegar ya no solo se sabe tu nombre tu escuela sino también todas las demás.

Alira sin expresión alguna solo se dedicó a escuchar, quería saber que tanto investigo sobre ella.

» Pero si me lleve una sorpresa cuando el profesor Snape hablo sobre ti con el director Dumbledore, ¿Sabías que la MACUSA está tratando de convencer al ministerio y a Dumbledore para mandar gente aquí y tener un ojo sobre ti?

No lo iba a admitir nunca, su orgullo no la dejaba, pero sin duda con solo unos días, el chico descubrió cosas que ella no. Aunque si sabe actuar bien, él jamás lo descubriría. Sin despegar los ojos de él una diminuta sonrisa apareció en el rostro de la chica.

Más sin embargo el rubio siguió hablando.

—Pero hay una cosa que no entiendo. ¿Por qué la MACUSA pediría que trajeran gente suya aquí? ¿Por qué están tan preocupados en mantenerte vigilada Scamander?

JUEGOS DE PODER (HARRY POTTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora