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Estaba muy cómoda así que no quería despertarme.

Sentí unos toques en el hombro y abrí solo un ojo para ver a una hermosa chica rubia con ojos verdes mirandome enojada.

¿Quién es ella y qué está haciendo aquí?

-Qué haces durmiendo junto a mi novio-me dijo soltando humo-Sal de aquí, no quiero que te acerques a el.

¿Su novio? Pero, el me dijo que me ama. Soy tan tonta.

Lágrimas calientes amenazan por salir de mis orbes y solo asiento levemente para salir de ahí.

Al ir donde estaba Andrea vi una hora después como salía André furioso arrastrandola fuera de aquí.

-Por favor, yo te amo!

-Superalo ya Daniela, yo ya no quiero tenerte cerca.

-Pero, tu antes me venías a buscar.

-Pero ya no, cambié, entiendelo ya.

-¿Es por esa chica verdad?-André la miró con la boca abierta-Así que te enamoraste de ella. Está bien se feliz.

La chica se fue y los murmullos no tardaron en aparecer.

André me miró algo avergonzado y cuando se intentó acercar me levanté y fui a mi habitación.

Las lágrimas no tardaron en volver a aparecer. Andrea me seguía sin opinar nada para encerrarnos en la habitación mientras aspiraba el aroma que el había impregnado en mi almohada.

-¿Estás bien?-preguntó Keila.

-Estoy de lo mejor.¿Acaso no me vez?

-Oye no tenías porque usar sarcasmo.

-¿No vez como está?¿Cómo se te ocurre preguntarle eso?-le dijo Andrea.

-No se si te ayude pero-pensó Keila-Jamás la había visto aquí.

-¿Enserio?

-Yo tampoco la había visto por aquí.

Suspire profundo y volví a llorar. No puedo creer que el me haya echo esto.

No se cuanto tiempo pasó pero sentí unos brazos rodeando mi cintura y un perfume que tanto me gusta llegar a mis orificios nasales.

-Lo siento-susurró bajito-Ella no es nada mío, es sólo una prostituta que se obsesiono conmigo. No le hagas caso.

Lo miré aún con lágrimas en los ojos. André tenía una sonrisa triste y sus ojos habían perdido un ligero brillo.

André me toma del cuello y me besa. Al principio fue lento, con delicadeza pero terminó siendo salvaje. Como si quisiera marcar territorio.

El fue directo para lo que quería.

Sus estocadas eran rápidas, fuertes y placenteras. Maltrata con agilidad mi punto dulce y yo solo jadeo pidiendo más.

-Más!-gimoteo bajito.

-¿Más?¿Qué más quieres?

-Quiero más...más fuerte.

-¿Qué quieres más fuerte?

-Follame más fuerte.

-Así me gusta pequeña.

Acató mi orden a la perfección, sus estocadas siguieron siendo más fuertes mientras tocaba mi punto dulce y seguía penetrandome para que pierda la mente.

Siguió maltratando mi zona dulce para corrernos juntos.

-Ahj que rico.

-¿Qué haces?

ERES MÍA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora