SIPNOSIS

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MINA:

No puedo creer que este haciendo esto.

Después de meses sin ir a la iglesia del pueblo tengo que ir con mis padres y como castigó por maldecirlos, me toca ir a pie. Con lo lindas que están mis zapatillas.

Suspire con algo de rabia.

Aunque eso era lo menos importante. Lo más importante es que me duelen los pies y que el sudor me llega hasta al trasero.Si las personas de mi escuela se enterarán de esto seguro se reirán de mi.

Seguí caminando hasta ver la iglesia a lo lejos. Es grande, blanca y tiene una cruz de madera en el techo y con unos adornos algo exagerados. Se ve ridículo

A los lejos se puede ver a un grupo de personas afuera con vestidos y trajes lindos.

Yo solo portaba un vestido azul claro un poco por debajo de las nalgas y que hacía que mis pechos se vieran más deseables.

-¡Por fin!- grité contenta pero cambié mi cara al momento en que en mi mente pasó esa idea-Como carajos entraré a una iglesia con todos los pecados que eh cometido yo.

Entré despacito, viendo la decoración por dentro o bueno, la excesiva decoración.

Por dentro estaba pintada de marfil, los asientos de madera pulida, en la pared de enfrente estaba Cristo en la cruz.

-Pobrecito,morir para limpiar nuestros pecados. Con la maldad que hay en el mundo.

Seguí caminado y me senté en un asiento de madera, el primero que vi.

-Que incómodo es esta mierda.

De pronto pude ver una sombra se acercaba a mi,  no se quién era hasta que se acercó. Me removí en mi asiento al ver que era Elián, mi hermano.

Elián es de cabellos castaños como los míos, ojos azules y un cuerpo para morir, lo veía todos los días volver todo sudado del gimnasio, se veía tan apetecible. Me lo hubiera tirado si no fuera mi hermano.

-¿Me estás escuchando Mina?

Le miré a los ojos, son iguales que los de papá. Los míos también son cafés, como los de mamá.

Sentí su mano acercarse a mi cara y ladee la cabeza confundida.

-¿Qué me decías?

-Te decía si te quedas aquí.

-¿Por qué yo me quedaría aquí?-le pregunté confundida. Seguro que a este se le fue un tor...

-Porque si no te has dado cuenta somos los únicos en este lugar.

Cuando dijo eso mire a mi alrededor, tiene razón, somos los únicos aquí.

Tanto tiempo estuve en las nubes pensando.

-¿Dónde estan todos?-le pregunté a mi hermano que solo me señaló hacía afuera.

Si me dijo algo lo ignore, solo quería salir de ahí.

Al bajar las escaleritas y pisar el césped -a mi parecer-recién cortado. Cerca de un árbol visualice una mesa con comida y me dispuse a atacarla pero un brazo fuerte me detuvo y maldije en mi interior.

-Miren a quien tenemos aquí. No sabía que a las perras les gustaba ir a la iglesia-dijo muy divertido Benjamín.

-Enserio, aún estás resentido por lo de hace tiempo- dije sin poder creermelo.

Benjamín no es feo. Tiene el cabello medio rojo, ojos verdes y en mi opinión, para ser delgado tiene buenos músculos. Sólo es un idiota, pero ese defecto lo tiene el 99.9% de los hombres.

ERES MÍA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora