Acababa de despertar con un dolor de cabeza insoportable. Miro a su alrededor, notando qué no estaba en su departamento en ese momento. Miro debajo de las sabanas, aun mantenia su ropa del día anterior, y se alegro por eso.
Se levanto con algo de brusquedad, mareandose en el proceso, algo que solucionaba abriendo sus piernas y flexionando sus rodillas un poco.
-Oh, buenos días, Jessie. Dime, ¿como te sientes? -la señora Hotson entro por la puerta principal, llevando una bandeja con su desayuno, sandwiches de queso americano (también llamado como queso amarillo) con una taza de té.
-Más o menos. Muchas gracias -tomo la bandeja con cuidado de no derramar el liquido caliente-¿Y mi hermano? Debo suponer que ya salio y fue a trabajar -coloco la bandeja encima de la mesa con papeles, los cuales quito sin darles importancia a que si eran importantes o no.
La amable casera se sento en la orilla de la cama que su hermano mantenia en la sala de estar, manteniendo una sonrisa al ver como la joven comia con confianza lo que le había preparado.
-De hecho, Sherlock no ha salido de su habitación según se, no he escuchado la puerta ser abierta antes -declaro la señora Hotson.
Jessica amaba y odiaba a su hermano mayor, aunque no era algo que le carcomiera la cabeza. Siempre se había llevado bien con sus hermanos, pero en especial, Sherlock era con quien más pasaba tiempo, solo hasta cuando ambos entraron a la adolescencia.
La puerta de al lado de la cocina se abrió, dejando ver unos segundos después a al detective más inteligente del mundo recien levantado.
Su hermana lo miro y solo atino a saludarle con su mano al tener la boca llena, y él le contesto de vuelta.
[...]
La mañana transcurrió tranquila. Momentos después de que Jessica le haya hecho comer algo al detective salio del departamento en el 221B de Baker Street para dirigirse a su hogar.
Un edificio de departamentos, el cual por desgracia, no atiende una amable y adorada mujer viuda. Le encantaba quedarse con su hermano solo por su casera, a veces, era por él, aunque lo hacia muy poco.
Aunque antes de entrar paso a un supermercado para comprar la comida que le hacía falta en su despensa, y, al darse cuenta, eran demaciadas cosas, unas tres bolsas en total.
Al apenas llegar a las jardineras de la puerta principal, se topo con un chico de piel pálida, ojos azules y cabello rubio. Su nombre, según podia recordar, era Marcus. Un chico adinerado qué había conocido por una reunión de los amigos de sus padres. Cabe mencionar que la querida Jessica estaba harta del sujeto.
-Buenos días Jessie. Por favor, dejame ayudarte con eso. Parecen pesadas -el joven se acerco a ella rápidamente, tomando dos de las tres bolsas. Jessica se hartaba con facilidad de este comportamiento, aunque debia de admitir que el joven era lindo y se preocupaba por ella. Ya se habían topado y salido un par de veces antes.
Ella lo intentaba, intentaba seguir con su vida amorosa a toda costa. Ser feliz y vivir plenamente haciendo lo que le gusta. Queria diferenciarse de sus hermanos mayores a como diera lugar.
Mycroft era un politico con bastante poder, además de tener el control para mandar a quien quisiera para hacer el trabajo sucio o investigar a alguien para encerrarlo.
Por otro lado, su hermano Sherlock era un detective consultor empedernido en lo que hacía. Ir de un caso hacia otro era algo parecido a las drogas que consumía. Podria incluso hacerse pasar por un vagabundo para "un caso", pero eso es otra historia.
Para Jessica, la musica era lo más importante en su vida, independientemente de lo que le dijeran sus hermanos, ella trabajaría de la música.
-Mark, ¿qué te trae por aquí? -respiro aliviada al ya no tener mucho peso en sus manos. Miro a los ojos al chico frente a ella, poniendolo nervioso.
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Espera, yo todavía te amo, ¿y tu? |2-D × Fem! Lectora| Remake
Fiksi PenggemarPasaron bastantes cosas luego de que se separaron y terminaron su relación; sorpresa fue cuando en su nueva etapa como representante de la banda de aquel sujeto satanista que había conocido en una tienda de música había causado su reencuentro. Se pr...