🐢|𝐹𝑜𝑢𝑟᪵♔

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Desde el último encuentro con Reino Unido, ahora España intentaba evitarlo a toda costa. Lo bueno de ello es que habían dejado de pelearse por aquel tema que, a opinión de Italia, daba vergüenza ajena.

Por esa razón, en la semana que los países estuvieron reunidos para investigar y hacer actividades sobre la ciencia (la primera semana de marzo), el español y el británico no se estuvieron peleando (afortunadamente). España evitaba a Reino Unido y viceversa, pero lo segundo casi nadie lo notó. Al terminar aquella semana España volvió a su país inmediatamente, ya que no tenía ninguna razón para estar ahí (más bien había rechazado la oferta de Francia a una barbacoa que incluía a Reino Unido).

España soltó un suspiro reprimido y llevó la taza de café a sus labios, sorbiendo de aquel líquido aún humeante. Saboreó la bebida mientras miraba algunas cosas de Instagram, desde las miles de fotos y estados que subía el francés al día (mayormente sobre su colección de moda, o fotos de U.K. que tomaba mientras este último estaba desprevenido) hasta imágenes de la vida diaria de sus hijos, pues no podía ir a visitarlos debido a su ocupada vida de trabajo. Estaba bien mantenerse ocupado, ya que en el pasado los Countryhumans se aburrían y podían llegar a hacer cosas...impensables. No es como si el español perteneciera a ese grupo de representantes (más bien no recordaba nada de aquella época), pero había escuchado a Portugal y otros más hablar de aquel tiempo... donde los Countryhumans literalmente se saltaban todas las normas morales y sociales por el simple hecho de sentirse aburridos.

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios. "Bastante inteligente ONU, a pesar de sus intentos fallidos de querer que todo el mundo se lleve bien." Pensó. Aquella organización se había encargado de mantenerlos ocupados para que no cometieran ningún crimen grave.

Recordó la primera vez que conoció a aquella organización, aún cuando estaba en su época dictatorial, específicamente en 1955. Su altura aún no era tan alta como actualmente, pero ya tenía aquella personalidad aguda y seria (que lo segundo se fue perdiendo con el tiempo). La primera regla que le puso al entrar fue: "Encuentra un trabajo, un pasatiempo. Algo con lo que puedas mantenerte ocupado."

El español apagó el móvil y se quedó mirando la taza casi vacía. Se levantó para ir a la cocina y limpiarla, pero justo en ese momento el timbre de su apartamento sonó. Salió a abrir la puerta aún con la taza en la mano, encontrándose con una figura mucho más alta que la suya. Tuvo que alzar la cabeza para poder verle.

Ni se sorprendió cuando reconoció quién era. La cara de España se mantuvo impasible, pues ya era bastante normal que él viniera a visitarle de vez en cuando, desde que se enteró de la relación que tenían los dos. Bueno, más bien el contrario iba a visitarle para escapar de todo, para desahogarse, pues se sentía seguro en la casa del español.

España pudo ver cómo una rápida y forzada sonrisa apareció en la cara del de gafas oscuras, aunque la verdad, si no supiera sobre su condición, habría pensado que estaba sonriendo de verdad.

-- Can-?...¿Puedo?-- Le escuchó pronunciar lentamente, aún con su distinguido acento al no ser el español su lengua materna, y notándose vagamente el temblar de su voz. España se echó a un lado mientras asentía con la cabeza.

-- Espérame en el salón.-- Fue lo que le dijo antes de dirigirse a la cocina. Dejó la taza en el fregadero, y cuando abrió la nevera recordó algo. Caminó con pasos rápidos hasta el salón hasta que llegó delante del norteamericano, cerca de las seis sillas alrededor de la mesa cuadrada, con la mano apoyada en el respaldo de una de esas sillas pues procedía a sentarse.

-- ¿Qué?-- Preguntó el de gafas, ante la mirada cargada de severidad de parte del español.

-- La última vez...-- Sin terminar la frase, el español alargó los brazos agarrando la cara del de franjas rojas y blancas, acercando la cabeza del americano a sí mismo.-- No creas que me vas a engañar otra vez. ¿Ya comiste?

𝗙ᴀᴍɪʟɪᴀʀ 𝗙ᴇᴇʟɪɴɢs | Countryhumans UK x EspañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora