PRETTY BOY

1. Park Jimin

Estaba completamente exhausto, lo único que deseaba era poder llegar a su casa subir a su alcoba y poder dormir hasta que ya no pudiera más ... había tenido 14 meses de trabajo sin un día de descanso y definitivamente estaba viendo las consecuencias de ello. Estaba de muy mal humor, sentía que tenía su piel deshidratada y unas horribles ojeras y juraba por Dios que despediría a quien interfiriera en sus planes reparadores de belleza.

Después de todo no era algo nuevo,  todos lo conocían era muy temperamental, todo tenía que ser hecho como él lo deseaba, no tenía paciencia mucho menos empatía por los demás, era vanidoso, no respetaba ordenes, era un chico berrinchudo, siempre conseguía lo que quería y lo que no, también lo obtenía para él, tenía un pequeño tatuaje en el dedo medio de su mano derecha con la palabra ... Shut up y otro más por la parte interna de su brazo izquierdo que decía Pretty Boy ambos resaltaban en su blanca e inmaculada piel, tenía su cabello rubio un poco largo hasta sus hombros, de ojos azul índigo muy brillantes, labios  gruesos que incitan al pecado, una nariz pequeña y perfilada, pómulos pronunciados, de cuerpo esbelto definido por músculos elegante, un trasero en forma de corazón en el cual se podía hacer rebotar una moneda, piernas torneadas y largas que hacían ver y resaltar su estilo andrógino único y perfecto para ser un simple mortal

Había recibido una llamada de su padre y no precisamente para darle la bienvenida después de haber estado fuera del país por muchos meses, este le había ordenado asistir a la fiesta de compromiso... Su propio compromiso.

Vaya mierda

No era algo que estuviera a discusión con su padre pues a este no le importaba nada más que sus negocios y ese compromiso no era nada más que otro jugoso negocio, pero Jimin estaba decidido a que si la familia de su novio y su padre le estaban obligando tendrían que aceptarlo con todo su arsenal de rumores y mal temperamento.

Si, él era una celebridad, no solo por su cuna de oro sino también por su trabajo, Park Jimin el modelo más caro y cotizado por la industria, polémico por su temperamento y protagonista de los rumores más grandes y jugosos del mundo del entretenimiento en el país. Envuelto en peleas con algunos colegas. Jimin había simplificado el problema...

-Todas las personas tenían envidia de su éxito y por eso buscaban cualquier pretexto para involucrarse con él y lograr unos minutos de fama-

También era profundamente odiado, famoso y amado por su manera de vestir, pues esta era icónica, no había prenda alguna parecida a la que utilizaba Park Jimin... su ropa de edición limitada que se basaba a una sola creación de los pies a la cabeza. Todo completamente exclusivo y diseñado a su cuerpo

Todo en el gritaba dinero, mucho dinero... estaba tan acostumbrado a que la prensa, y personas lo siguiera a todos lados para sacarle fotografías o encontrarlo en una situación de la cual pudieran sacar provecho, un mal tropiezo de parte de Jimin era motivo suficiente para ser tendencia y ahora su egocéntrico ''prometido'' y su descomunal fama se sumaba a él, eran apodados como la pareja de oro entre los de su clase.

Jimin revisó una vez más su apariencia, cogió sus lentes de sol acomodó a la perfección su ropa y cogió su maleta de mano, bajó de su jet privado y tal como lo esperó los medios de comunicación esperaban por él. – Buitres - pensó, y puso su famosa sonrisa, la que tenía cautiva a sus fans y por qué no a cualquier persona que se cruzara en su camino.

– Kyungsoo, donde está mi auto? –Preguntó Jimin-.

– El señor Park JinYoung envió la limosina con orden de llevarlo directamente a la cena de compromiso... señor

– Te he dicho hasta el cansancio que me gusta mi libertad y que deseo conducir mi maldito auto, ¿Es eso tan difícil de cumplir para ti?

– En realidad, no señor.