La Llegada de Dusk

Capítulo 7; Bosque Everfree

Cuando la gran y poderosa Trixie llegó a la ciudad, fue un potencial dolor de cabeza que Dusk tuvo cuidado de evitar por completo.

Si bien sus espectáculos eran algo entretenidos y ella usaba algunos trucos que él aún no había visto, asistía a algunos de ellos el tiempo suficiente para tener una idea general de su magia, que asimilaba fácilmente y agregaba a su propio repertorio, su actitud espantosamente fanfarrona y su forma de hablar en tercera persona lo molestaban muchísimo, y se alegró de que no le llevara mucho tiempo descubrir los pocos trucos que ella tenía, sin embargo, él le daría apoyo para el espectáculo.

Era especialmente irritante cuando ella seguía desafiando a ponis al azar, y él sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que de alguna manera lo arrastraran a todo el asunto, así que hizo lo inteligente y pasó unos días acampado en el bosque Everfree recolectando plantas y hierbas para sus tés, dejando la tienda en los hábiles cascos de Derpy.

Fue mientras estaba cosechando cuidadosamente algunas Jocky Flowers que se topó a un residente del bosque, un extraño ermitaño con una capa con capucha que hablaba con una voz rimada.

Los dos se encontraron durante su viaje a la arboleda un par de veces, y en otros lugares, aparentemente ella estaba tras plantas similares, y cuando él no reaccionó con otra cosa que curiosidad, ella se bajó la capucha, y él tuvo su primer encuentro con una cebra cara a cara.

Las cebras eran raras de ver, incluso en Canterlot. Venían de un país lejano fuera de Equestria y eran bastante secretos con sus prácticas y cultura, a menudo tomaban una de dos formas drásticas socialmente: formar parte de un grupo grande o hacerlo al estilo de un lobo solitario. Eran de naturaleza nómada y viajaban en grandes caravanas, estableciendo pueblos enteros hechos enteramente de tiendas de campaña.

La poesía era una práctica común en la población cebra. No era raro que una cebra hablara en rima, quintillas o algún otro estilo formal de poesía. Su mentor le había contado sobre un viaje en busca de ingredientes raros para el té una vez en su juventud fuera de Equestria en las tierras Zebra cuando se quedó con una cebra por un tiempo que hablaba completamente en Haiku.

Zekora, como se presentó a sí misma, se había asentado en el bosque Everfree, intrigada por su naturaleza misteriosa cuando escuchó sobre el bosque durante sus viajes, y decidió asentarse hace algunos años.

Sin embargo, no podía culparla, casi todo lo demás estaba dirigido por ponis, debía parecer inusual para otro que existiera un lugar fuera de control y que fuera un lugar que se cuidara solo.

A Dusk le gustaba venir al Everfree cuando se sentía contemplativo o estresado. Era reconfortante en su propia manera espeluznante.

Desafortunadamente, los ponis de la ciudad que no estaban demasiado acostumbrados a ver algo que no eran otros ponis o los monstruos que ocasionalmente se volvían locos, y el hecho de que ella usaba la capucha y la capa tradicionales con la adición de que ella salía de dicho misterioso y espeluznante bosque que a menudo era el hogar de muchas de las criaturas más feroces, no ayudaba en nada a su reputación.

Eran cosas como esta las que le recordaban las grandes diferencias culturales entre las grandes mantrópolis y los pequeños pueblos rurales.

Él a su vez relató algunas de sus experiencias en la vida poni, mencionando a su mentor y las aventuras que Brew Bag compartió enn historias para él, y por lo tanto muy consciente del hecho de lo que ella era, y después de que se rompió el hielo, los dos compartieron té y sopa en su cabaña e intercambiaron recetas. De hecho, extendió su estadía un día más mientras ella le enseñaba algunas cosas sobre la flora y la fauna locales, dándole consejos sobre la mejor manera de adquirir ingredientes de las cosas que nunca había visto ni escuchado antes, o considerar arriesgarse en general (el veneno de mantícora había sido una tarde interesante).