MALEDICTION

Capitulo 26

Noviembre de 1990

Durante las siguientes tres semanas, Dahlia Dayne y Carina Avery estuvieron limitadas por algo bastante extraño. Era algo que sus otros amigos nunca entenderían.

Antecedentes familiares.

Le trajo a Dahlia una cierta calma que nunca antes había podido tener. Nunca había podido confiar en alguien en ese aspecto secreto particular de su complicada vida. Dahlia Dayne nunca había mencionado a Julia Solís a nadie antes. Nunca había compartido esa historia con nadie, no solo porque no tenía a nadie con quien hacerlo, sino porque estaba avergonzada.

Una historia como esta era difícil de escuchar.

Dahlia se había prometido a sí misma que nunca compartiría dicha historia porque no quería que nadie la juzgara en función de las decisiones de su madre.

Pero tampoco Carina Avery.

Comenzó el 10 de noviembre. Esa noche Dahlia se había quedado despierta hasta tarde con Carrie. Esta fue la primera vez que las chicas se reunieron solas en la cama de Carina. Por supuesto, Dahlia aún no tenía la intención de narrar toda la historia. Dahlia solo quería ser escuchada. Habló de lo mucho que deseaba haber conocido a su madre y Carina no hizo ninguna pregunta. Ella solo escuchó.

El 11 de noviembre, Dahlia esperó a que Freya y Eve se durmieran para colarse en la cama de Carina nuevamente. Esta vez Dahlia fue lo suficientemente valiente como para hablar sobre la guerra y cómo debido a ella los hermanos Dayne habían perdido a una madre.

Carina dijo que su familia también había perdido muchas cosas. Debido a las acusaciones en su contra, los Averys perdieron credibilidad, respeto, una gran parte de su fortuna y muchos de sus amigos.

Después de un largo día de escuela el 14 de noviembre, Dahlia le contó a Carrie cómo la guerra había hecho desaparecer el amor de sus padres. Por primera vez en su vida, Dahlia pudo contarle a alguien la historia de la noche en que escuchó a su padre pedirle a su madre que se fuera. Su padre le había dicho a Dahlia y Danny que le dieran un último abrazo a su madre.

El día 15, Carina ganó suficiente confianza para confiar igualmente en Dahlia. Los Averys eran una familia más compleja de lo que Dahlia había imaginado. Los ojos de Carrie estaban llenos de lágrimas, pero Dahlia había aprendido de ella cómo ser una buena amiga. Tenía muchas preguntas, pero sabía que no era correcto preguntarles si Carina no estaba lista para responderlas. Ella solo escuchó.

Las acusaciones contra los Averys hicieron que Avery perdiera su trabajo. La vergüenza de todo esto hizo que la señora Avery se distanciara. Avery había sido una vez una vidente respetable: después de las acusaciones, muchos simplemente asumieron que era una mujer trastornada.

Carina no podía decir que no lo era.

Después de esperar a que sus amigos no sospechosos se durmieran el día 18, la reunión en la cama de Dahlia giró en torno a la marca oscura que había visto en el brazo de su madre la noche que se fue. Carrie había puesto una mano sobre su hombro y dijo: "Yo también lo vi". Lo había visto en dos hombres diferentes, su propio padre y el de su tío, el padre de Sylvie.

El día 20, Carina Avery hizo jurar a Dahlia que nunca repetiría lo que le dijo esa noche. Dahlia juró por su vida que nunca reveló que los Averys y los Rosier no habían seguido la orden del señor oscuro debido a la maldición imperius. Habían obedecido y servido porque realmente creían en sus ideales de pureza de sangre, y luego se mantuvieron por miedo.

Dahlia no tenía ninguna razón para no creerle. Sabía que al final, el que no debía ser nombrado tenía un ejército de magos asustados.

El día 21, Carrie le preguntó a Dahlia por qué su madre se había unido. Dahlia no pudo responder a esta pregunta. Recordó haberle preguntado a su padre una vez antes, lo que resultó en una larga serie de regaños. Más tarde esa noche entró en la habitación de Dahlia para disculparse, diciendo que no tenía una respuesta a esa pregunta. Dahlia sabía que él había mentido, pero no estaba segura de por qué. Sabía que su difunta madre no compartía los ideales del señor oscuro, entonces, ¿cuál era la razón?