Capítulo 99

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26 de mayo de 1994

El reloj avanzaba, poniendo más estrés en cuatro prominentes chicas de Slytherin. El Gran Salón estaba asombrosamente silencioso, lo que permitió a los estudiantes de quinto año enterrar sus cabezas más profundamente en sus notas.

—Me arden los ojos —se quejó Freya, atreviéndose a levantar la vista—.

Las cuatro chicas respondieron disparando miradas mortales hacia ella.

No se podía perder el tiempo cuando todavía les quedaban seis exámenes más por hacer.

"No creo que pueda hacer esto más..." —susurró—.

Este comentario le valió una palmada en el hombro en nombre de Evie.

Freya hizo una mueca de dolor y se incorporó con los ojos muy abiertos como un soldado obediente.

—Sí se puede —regañó Genevieve—.

—Creo que mis ojos empezarán a sangrar en cualquier momento... —murmuró Freya—.

—Estamos a mitad de camino, Freys —susurró Carrie para tranquilizarla—.

—Estoy tan cansada... —se quejó Freya, sin embargo—.

"Los magizoólogos requieren al menos siete T.I.M.O., uno de ellos es el Cuidado de Criaturas Mágicas", dijo Dahlia, probando un nuevo enfoque. La violencia y la tranquilidad no eran lo que Freya necesitaba. Dahlia conocía a su amiga, sabía exactamente cómo motivarla.

La ambición era un nervio sensible.

—Maldito infierno —murmuró Freya, volviendo a mirar su libro—.

Las chicas ya habían completado seis T.I.M.O.: Runas, Astronomía, Herbología, Historia, Transfiguraciones y Aritmancia. En general, lo habían hecho maravillosamente. Las chicas habían salido de las pruebas con la cabeza levantada por la confianza, que era mucho más de lo que podían decir los estudiantes de otras casas. Paty Stimpson se había desmayado antes del examen de Pociones. Adrián vomitó toda la mañana antes de la de las Transfiguraciones. La mitad de los estudiantes de Aritmancia ya habían expresado lo ansiosos que estaban por abandonar la clase después de este año.

Mañana, los estudiantes que tomaron Cuidado de Criaturas Mágicas tenían un examen. Los estudiantes que tomaron Adivinaciones tenían otra.

Los que tomaron los dos cursos... pobres almas.

"Hola", llamó una voz suave y tímida, haciendo que las chicas miraran hacia arriba con ojos inquisitivos.

Salma Karim, una chica de Hufflepuff conocida como la psiquiatra no oficial de la escuela, miró a las cuatro chicas de Slytherin con ojos tranquilos.

Incluso los chicos de Slytherin, sentados no muy lejos, miraron hacia arriba con confusión.

Pero Salma sonrió a pesar de los rostros poco acogedores de los Slytherin.

Ella no era particularmente desagradable, pero los Slytherin se tomaron sus revisiones bastante en serio.

"¿Puedo sentarme?", preguntó la niña con esperanza.

Carina, tal vez la más amable de todas, asintió.

Salma se sentó vacilante junto a Dahlia, haciéndola levantar involuntariamente una ceja ante su acción.

Salma mantuvo los ojos fijos en Dahlia como si debatiera con las numerosas voces en su cabeza si debía o no hacer una pregunta de gran importancia.

—¿Sí? —interrumpió Dahlia, no dispuesta a perder tiempo—.

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