My Demon || TAEKOOK

♠️011.

¿Por qué la madre de Jungkook era importante?

Hace mucho, existió algo que jamás se había visto, un romance entre un demonio y un ángel.

Vasariah era el angel más firme bondadoso y justo, considerada un peligro muy alto para los demonios, alguien a quien Leviatán temía.

Durante generaciones habían combatido, de la misma forma que en la actualidad.

Vasariah fue enviada a la tierra para matar a los males que atentaban contra la humanidad, sin darse cuenta que encontraría a Leviatán el cuarto rey del infierno después de Lucifer, Belcebú y Mammón. Un demonio muy poderoso.

En la tierra, ambos eran personas comunes ante los demás. 

Vasariah era astuta y muy difícilmente los demonios que se acercaban a ella como "conquista" lograban salir vivos, ella los destruía por completo. Esto llamó la atención de Leviatán quien en cierta parte cautivado por la agilidad de esta hermosa ángel, decidió intentarlo.

Se acercó como cualquier persona, pero ella sabía perfectamente quién era él. Por lo que Vasariah decidió seguir el juego. Como humanos comenzaron a salir, pero ambos estaban consientes de lo que eran. Sin embargo, los demonios también tiene sus debilidades, y aunque los considerarán completamente fríos y sin piedad alguna, no era del todo cierto.

Tanto tiempo como humano afecto a Leviatán, que comenzaba a sentirse uno. Lo que había iniciado como una caza, se convirtió en un enamoramiento. 

Leviatán cayó rendido ante Vasariah, pero ella...estaba consiente que debía entregarlo para ser asesinado.

Yugyeom era firme compañero de Leviatán, por lo que fue testigo de su caída. Demonios como Yugyeom habían sido humanos, pero por desgracias y pecados terminaban convirtiéndose en lo más cruel del mundo.

Vasariah decidió que era hora de entregar a Leviatán, por lo que lo engañó y lo sedujo para así poder asesinarlo sin problema. Sin embargo, justo cuando enterraría sus alas en el cuerpo de Leviatán, esta se detuvo...inconscientemente ella también se había enamorado.

Vasariah, el ángel más puro había sido tentada por Leviatán el demonio rey de los infiernos.
Esa noche ambos se unieron, dejando de lado por completo lo que eran. Ambos se amaban.

Vasariah había cometido el más grande pecado de todos, y Leviatán desaparecería por ser tan sentimental. Poco tiempo después, Mingyu el aprendiz de Vasariah al que ella consideraba como un hijo, por su pureza en ser humano y más aún en ángel, bajó a la tierra pues se le había ordenado matar a los amantes, ya que para entonces estarían muy débiles debido a su unión.

Con todo el dolor del mundo Mingyu puso fin a la vida de Vasariah y Leviatán. Sus cuerpos estaban completamente fríos y muertos, pero un latido aún se escuchaba. Vasariah estaba esperando un hijo.

Mingyu aterrorizado, decidió que mataría al ser que estaba dentro del vientre de Vasariah, sin embargo al ver la forma de un pequeño ángel sin pecado decidió dejarlo con vida.

Yugyeom había hecho sus investigaciones, y con la muerte de Leviatán el infierno podría ser destruido, la única forma era conseguir a un líder apto para el trono. Al subir a la tierra visitó el callejón donde Vasariah y Leviatán fueron asesinados, y encontró la última pluma de las alas de Vasariah, era extraño, está brillaba y no parecía degradada por la suciedad.

Yugyeom quiso probar una teoría, probablemente ella sabía ya de la existencia de su hijo por lo que su amor por él era lo que aún la seguía haciendo en una , pequeña parte, una persona pura.

Yugyeom observó como un ángel había sido tentado por uno de los demonios, se acercó lentamente e incrustó la pluma en el cuerpo de este, haciendo que por obra de una divinidad este volviera a ser ángel.

Por eso debía estar guardada, los ángeles probablemente ya se habían dado cuenta.
Yugyeom de inmediato bajó de nuevo al infierno, guardó la pluma en una de las bóvedas con más demonios que en la tierra, aquella pluma no debía ser alcanza por los ángeles.

Fue en ese entonces que Yugyeom decidió quien sería buen líder. 

Taehyung el tipo más cruel en el mundo, un asesino y despiadado sin corazón. Su actitud era la de un demonio, por lo que Hoseok no tardó en llevarlo a su nuevo trono.