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narra Elizabeth.

Hoy fue un día largo pero lleno de alegría. Como siempre, me levanté temprano para llevar a mis hijos a la escuela. Lautaro y Mauro estaban emocionados por el día que les esperaba. Me pidieron que les hiciera un desayuno especial, así que les preparé unas tostadas y huevos revueltos.

Mientras comíamos, mi hijo Bruno se unió a nosotros. Es el mayor de los tres y todo un caballero. Me ayudó a preparar el almuerzo para los chicos y las meriendas que llevarían a la escuela. No sé qué haría sin su ayuda.

Después de dejar a mis hijos en la escuela, me dediqué a hacer algunas tareas del hogar y a preparar la cena. Estaba atareada con mis labores cuando recibí una llamada de Tomás. Me dijo que estaría en casa esa noche después de un viaje de trabajo. No podía creerlo. Lo extrañaba mucho y estaba emocionada de verlo.

El día transcurrió de manera habitual y mi barriga de embarazo empezaba a cansarme. Llegó la noche y cuando estaba preparando la cena, escucho unos golpes en la puerta. Me asomé y vi a Tomás con una sonrisa en el rostro y una maleta en la mano. Abrí la puerta emocionada y lo abracé con fuerza. "Mi amor, no puedo creer que estés aquí. Te extrañé tanto", le dije con una lágrima en el ojo.

Nos sentamos a cenar y compartimos nuestras vivencias de los últimos días. Los niños estaban felices de tener a su papá en casa. Charlamos un rato más y luego nos retiramos a la habitación. Tomás me besó el vientre y habló con nuestro bebé.

Después de la cena, Tomás y yo nos retiramos a la habitación. Me recosté en la cama mientras él me mostraba una canción que me había compuesto por él mismo

-¿Te gusta? Lo hice pensando en ti -, dijo Tomás mientras se acercaba a la cama.

- Me encanta, mi amor. Gracias por pensar en mí -, le respondí emocionada.

- siempre lo haré - acarició mi brazo.

- ya está grande - acaricie mi panza

Tomás se recostó a mi lado y acarició mi barriga de embarazo. - Hola, mi amor. ¿Cómo estás? Espero que hayas podido sentir lo mucho que te amo cada vez que tu mamá se toca la pancita -, dijo mientras acariciaba mi barriga.

Me conmovió la ternura de Tomás con nuestro pequeño bebé y no pude evitar las sonrisas embobadas. - Te amo tanto, Tomás. Gracias por estar aquí conmigo y con nuestro bebé -, le dije mientras lo abrazaba.

- Siempre estaré aquí contigo, amor. Juntos somos una familia y es nuestro deber cuidarnos mutuamente -, dijo Tomás mientras me besaba la frente.

Nos recostamos juntos, disfrutando del aroma de las velas y la música suave de fondo. Pero, después de unos minutos, empecé a sentir los movimientos de nuestro bebé en mi barriga. - Tomás, nuestro bebé está activo. Siento que está pateando fuerte -, le dije emocionada.

Tomás se acercó rápidamente y escuchó mi barriga mientras se reía. - Qué pataditas más fuertes Ya se está haciendo notar. Pronto podremos ver su carita y abrazarlo -, dijo mientras me besaba la barriga.

Ese día fue uno de los más especiales en mucho tiempo. Pude disfrutar de la visita de Tomás y mostrarle a nuestro bebé cuánto lo amamos. No puedo esperar a que llegue el día de su nacimiento y ver su carita por primera vez en nuestros brazos. Juntos, como familia, enfrentaremos todo lo que venga con amor, comprensión y respeto.

no fue planeado ser padre. Cro X Eli (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora