Capitulo 2: ¿Matrimonio?

1.4K 101 63
                                    

San estaba escribiendo un par de cosas en su oficina. O al menos eso intenta hacer desde hace media hora. De no ser porque su vista se desvía a las imágenes de las cámaras de seguridad hubiera terminado su trabajo mucho antes.

WooYoung era una mariposa social, yendo de un lado a otro saludando y conociendo; por una parte está bien ya que su compañero conoce a los trabajadores y sus instalaciones, por otra, San no lo quiere lejos. Lo quiere allí a su lado donde nadie más pueda verlo.

–Mío.

Agarró su celular y le marcó.

En la cámara siete, vió como WooYoung sacaba el teléfono y miraba luego a la cámara antes de contestar.

¿Si, señor Choi?

–Aquí, ahora. -y le cortó.

WooYoung suspiró y se despidió de la persona con la que hablaba antes de ir de regreso a las escaleras, porque el ascensor estaba en mantenimiento.

San lo siguió hasta verlo llegar a su pasillo y llevó la mirada nuevamente a su computador.

–Aquí estoy, Sannie.

–Si, ya te ví.

–¿Para qué me necesitas? -WooYoung caminó hacia su escritorio.

–No te muevas de aquí de nuevo o voy a reprenderte.

–¿Oh? ¿Reprenderme? ¿Por salir?

–Si. Eres mi asistente, no tienes que andar deambulando por ahí, además llevo a tu bebé, ¿y si nos pasa algo?

–Está bien. Me quedaré aquí ya que me necesitas tanto. -el alfa rodeó el escritorio.– ¿Tienes hambre? ¿Algo que quieras pedir?

–No tengo hambre todavía. Repíteme la agenda de hoy.

–De inmediato. -sacó la pequeña libreta del bolsillo de su pantalón.– A las once, es decir, en treinta minutos, tiene una reunión con la CEO Nana. A las doce es hora de su almuerzo y las vitaminas bebibles que le indicó el doctor Kim. Usted y el jefe del nuevo piso quedaron en encontrarse a las dos para revisar los diseños para los trajes de novio y vestidos de novia. A las tres ya los de mantenimiento deberían haber terminado con el ascensor y las cinco es hora de salir.

–Bueno. -San se dió cuenta de que tenía que terminar rápido ese documento.– Agh.

–¿Qué pasa? -WooYoung se arrodilló y le agarró el estómago.– ¿La bebé está intranquila? ¿Te sientes mal? ¿Quieres agua?

San lo miró y después se llevó las manos a la cara.

–Quiero un abrazo. -sollozó.

WooYoung se descolocó. Hace un segundo San estaba bien y ahora estaba llorando.

–E-Eh, si, amor, tranquilo, aquí estoy. -se levantó otra vez y lo sostuvo en sus brazos.– Ya, Sannie, lo estás haciendo bien, ¿es que estás cansado? Entonces puedes tomarte un momento, descansa y yo me encargo de esto.

–P-Pero es mi trabajo.

–Yo puedo hacerlo, Sannie, yo hacía estas cosas siempre.

–¿Seguro?

–Si. Soy bueno.

San rompió en llanto.

–Quiero irme a casa y dormir.

"Ay dios." WooYoung le acarició el cabello.

–Pronto, Sannie. Oye, ¿qué tal si te acomodas en el sofá, cierras los ojos y descansas un rato mientras yo trabajo aquí? Oh, ¿qué opinas de mandar a traer el sofá grande que tienes en tu departamento? Sería mejor.

El Secreto de San (9) WooSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora