final

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Culpabilidad

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Culpabilidad.

Infidelidad.

Confusión.

Lujuria.

Jennie estaba jodidamente harta de todo eso, apenas cursaba los veinte años y su vida era un completo caos. Tenía que haber escuchado a su padre cuando le dijo:

No tengas ninguna relación sería antes de los veinticinco, créeme son lo peor, te joden la maldita existencia.

Pero un hijo nunca escucha a sus padres, deben aprender por sus propias experiencias.

Qué porquería.

Vale, nadie escarmienta en cabeza ajena. Jennie lo sabía, ahora se tomaría más a pecho los consejos de su padre.

Bueno, ahora estaba Lisa, tal vez debería evitarla toda la noche, eso pensó cuando Yuna le arrastró hasta la mesa que compartían con Lisa y Roseanne. La rubia le sonrió, Jennie se incomodó aún más al sentarse al lado de Lisa y al lado de ella, Rosé pegada a su costado.

Tensión en el aire. Tal vez, Yuna y su padre lo sentían a lo que le sonrieron un poco confundidos.

— Por fin apareces, Jennie — dijo su padre bebiendo de su copa de vino.

Oh, Jennie quería emborracharse tan mal esa noche.

— ¿No vas a felicitar a Lisa por su nuevo encargó en Estados Unidos? — preguntó.

Jennie estiró de sus comisuras en una sonrisa nerviosa, matando a su padre silenciosamente con la mirada.

— Claro — contestó. Girándose, se detuvo delante de Lisa.

Ella se mantuvo al margen de la conversación, Lisa también le miró.

Jennie se derritió al ver esos ojos chocolates observarle, en ellos vio un brillo inusual.

Joder.

— Felicidades, espero que te vaya muy bien allí. — dijo, tragó saliva y Lisa le sonrió.

— Gracias — ella respondió.

Lisa apartó los ojos y Jennie gimió internamente.

Mírame, quería decirle pero las palabras no salían, el nudo en su garganta se ató. De alguna forma, Lisa le rechazó sutilmente.

— ¡Que linda! — exclamó una suave voz.

Viendo más allá de Lisa, bloqueó sus ojos en Rosé.

Ella extendió su delicada mano, provocando que el rojo de sus largas y bien cuidadas uñas hicieran un ruido.

— Mi nombre es Roseanne. Ya nos hemos visto antes ¿lo recuerdas?

¿Cómo olvidarte?

— Sí — Cortó la conversación al volver su atención al plato delante de ella.

La amiga de papi | 𝗝𝗟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora