- Our memories - ᴄʜɪsʜɪʏᴀ x ꜰᴇᴍ!ᴏᴄ

X. Deadly game

Caminaba por las destruidas y solitarias calles de donde sea que esté, hay un largo camino...Aparte, iba algo cabizbaja, pues al dejar a Niragi ir no fue algo muy bonito. Fue mi mejor amigo, quien se convirtió en la versión que más odiaba. Como quisiera volver a aquellos tiempos.

Épocas en donde nuestro rato libre consistía en escapar de casa y juntos ir a tomar un helado o simplemente pasear en cualquier dirección mientras hablábamos temas triviales. Aquellos años fueron los mejores...Pero a la vez los peores.

Cada lado bueno tiene su lado malo, en este caso, el lado malo sería el bullying que recibía Suguru. Aquellos chicos, sin nada que hacer en sus patéticas vidas, le jodieron la de Niragi en cuestión de segundos, que se convirtieron en días, e incluso en años.

Él sufrió y por consiguiente yo igual. Ver a mi mejor amigo en ese estado y situación dolía mucho, más si era yo quien trataba de curar sus heridas debido a que no podía ir a un hospital ya que no tenía dinero. Le pediría ayuda a mi hermano, pero estaba muy ocupado con sus estudios que no quería molestarlo. Su única salvación era yo.

Pensando en mi hermano...¿cómo estará él y los demás? Espero que estén bien.

Miré al cielo y me enfoqué que aquel dirigible de la carta con la j de tréboles ya no estaba. Todo había explotado.

— ¡Ay, como quisiera que esté Chishiya aquí para molestarlo!— me quejé en voz baja mientras pateaba una que otra piedra en el piso.— ¡Aparte me queda mucho por caminar!

Desde donde estoy no se veía ni un dirigible. Antes de venir aquí, en el momento donde Chishiya y yo subimos a la terraza de aquel esificio, me fijé que ya no estaba el dirigible del rey de tréboles. Eso significaba una sola cosa, Arisu y los demás estuvieron allí.

Ahora no sé cuáles dirigibles quedan, ¿debería de fijarme subiendo a la última planta de algún edificio? Descarté rápidamente esa idea, solo de pensar cuantos pisos debo subir ya se me quitaron las ganas.

Ahora solo me enfoco en seguir el largo camino...

Ya había pasado un gran rato y ya ni sabía donde estaba, desde el principio estuve perdida, lo único que se puede observar son plantas por doquier. Toda la calle está repleta de ellas, ¿cuándo habían crecido tan rápido?

Justo mi vista se topo con una silueta de una persona de espaldas. Claramente sé quién es, desde que vi su chaqueta blanca lo sé.

— ¡Chishiya!— Literalmente corrí a él y rodeé por el cuello desde atrás.— ¡Estás bien!

— Katsuki...— su voz sonaba apagada, cansada.

— ¿Pasa algo?— despacio quite mi brazo y me puse a su lado.

— Todo está bien.— hasta ahora no me había dado cuenta de un detalle, no me muestra su cara. ¿Se habrá hecho daño?

— ¿Por qué la cabeza agachada?— pregunté curiosa.