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Unos sonidos muy inusuales llegaron a mis oídos lo que hizo que hizo que abriera lentamente los ojos con ayuda de mis manos, frotando con los nudillos para finalmente abrirlos por completo.

Grande fue mi sorpresa al ver dónde me encontraba en ese momento; aún me encontraba acostado sobre la orca de felpa; con el delantal puesto; los anteojos mal colocados pero aún no caían de mi rostro. No podía ser verdad, ¿cómo pude ser tan imprudente como pafra quedarme dormido en el mismo espacio que Mingyu? Aunque no parezca, Mingyu podría ser capaz de hacerme daño cuando baje la guardia.

Lo primero que hice fue observar mi cuerpo. Intacto, excelente.

— Ya despertaste... mh — Frunciendo el seño volteé a verle, pues su voz agitada me causó intriga. Quedé sin palabras ante lo que mis ojos vieron, la sangre subió por mi rostro y las palabras no salían de mí garganta.

¿En serio se está masturbando a mi lado?

Maldita orca.

— Qué... ¿qué crees que haces? — Mingyu no dijo nada, continuó con lo suyo, moviendo su mano en aquel... grande trozo de carne. Inmediatamente desvíe la mirada de su cuerpo y a como pude salí de la habitación, agitado por la rapidez en la que escapé de esa vergonzosa situación donde solo yo conocía la vergüenza.

Dejé caer mi cuerpo en el sofá de la sala de estar, aún incrédulo ante lo que sucedió. Suspiré profundamente y negué con la cabeza, retiré mis anteojos y acaricié con mi índice y pulgar el puente de la nariz.

— Bien, supongo que Mingyu esta ya en esa etapa, usualmente sucede a una edad más temprana pero también hay que tener en cuenta que posiblemente hasta este momento ha alcanzando el tamaño y fuerza suficiente como para empezar la reproducción... ¿Qué haré con esta orca? — Murmurando por lo bajo llevé ambas manos a mi cabeza, tener un Mingyu en ese estado sería complicado, el cuidado de un animal en celo no es sencillo.

— ¿Por qué te fuiste así?

Levanté la mirada tras escuchar a Mingyu muy cerca de mí. Este estaba frente a mí, nuevamente desnudo y con la mano elevada con la palma hacía arriba. Me enfoque más en su mano y al darme cuenta de lo que era no pude evitar llevar una mano a mi boca y mirar a otro punto en la habitación. — Mingyu, siempre que termines tienes que limpiar eso, maldición.

Mingyu simplemente tomó asiento a mi lado y sentí como su mano me acariciaba el hombro, en ese momento mi cuerpo se puso alerta, alejadome de inmediato pero ya era tarde: Mingyu había limpiado su semen en en mi playera. Gemi asqueado y me puse de pie de inmediato.

— ¡Mal chico, no se hace eso!

— Dijiste que lo limpiara pero no dónde. — Habló acomodándose bien en el sofá, cruzándose de piernas, sentía su mirada pasear por todo mi cuerpo, qué incómodo.

Enojado simplemente caminé hasta mi habitación, buscando con rapidez alguna prenda para reemplazar la que Mingyu arruinó. Dejé la playera en el cesto de ropa y antes de salir de mi habitación tomé un largo suspiro, tenía que calmarme, Gyu aún tiene instintos animales y no creo que eso cambie tan pronto, simplemente tengo que entenderlo y hacerle entender lo que está bien y mal.

Tú puedes, Wonwoo.

— Gyu... sé que ya estás entrando en esta etapa, es común y lo entiendo, está bien que puedas aliviarte haciendo eso pero debes entender que hay cosas que en el mundo humano son privadas y mal vistas... — Hablé mientras caminaba de regreso dónde Mingyu se encontraba. Comencé a recoger el desastre que Gyu hizo con el sofá, recogiendo el algodón mientras seguía hablándole. — Además, tienes que tener una limpieza adecuada cuando acabes porque eso con el pasar del tiempo puede oler muy mal ¿entiendes? No hay orcas hembras y mucho menos humanas por lo que masturbarse en estos momentos no está mal y eh... ¿Qué diablos estás haciendo?

— Quiero esto. — Me quedé estático en mi lugar, una de las grandes manos de Mingyu estaba sobre mi trasero, mi rostro de inmediato se encendió y me alejé por instinto. — Dámelo, tengamos sexo.

Bien, no entiende muchas cosas pero sí sabe qué es el sexo y cómo este se llama.

— No, no tendremos sexo Mingyu.

— Wonwoo, la mano no funciona lo suficiente.

Cerré mis ojos por unos momentos, restregando mi rostro con ambas manos. Los abrí nuevamente y tomé asiento a un lado de Mingyu.

— Gyu, entiende, no podemos, además después de eso seguiras ignorando mis reglas y mi ayuda como siempre, yo no ganaría nada con esto... no, no me veas así, chico malo. — Su mirada reflejaba tristeza, agachado la cabeza. — Mingyu...

— Hyung, solo una vez. — Murmuró por lo bajo, abrí más mis ojos tras escucharle decir eso, era la primera vez que me decía de esa manera y claramente sabía que estaba tratando de convencerme, orca inteligente.

— Bueno... hay maneras de recompensarte cuándo hagas algo bueno y... el sexo podría considerarse, pero tienes que cumplir lo que te digo.

— ¿Qué maneras? ¿Cómo?

— ¿Prometes hacer lo que te diga sin negarte?

Fueron unos largos minutos en silencio, la mirada de Mingyu en el suelo y la mía sobre él, esperando respuesta la cuál ya estaba seguro cuál sería. Esta orca no se dejaría domar por nada del mundo, tendré que buscar otra opción.

— Bien, lo haré. — Grande fue mi sorpresa al escucharle aceptar mi oferta. Finalmente podría adiestrarlo a mi manera y tratar que se acoplara a la vida humana como debe ser. — Recompensa.

— ¿Tan pronto?

— Quiero saber si vale o no la pena. — Maldita orca.

No dije nada y simplemente tomé su brazo con mis manos, este no hacía fuerza alguna y simplemente me veía con atención. Acerqué su mano a mi boca, tomando entre esta misma dos largos dedos, succionando estos con lentitud, pasando mi lengua al rededor y entre ambos dedos. Levanté la mirada para ver su reacción, era increíble. Mingyu tenía el rostro rojo, sus ojos no se despegaban de mis labios.

Saqué sus dedos de mi boca, dejando entre ambos un hilo de saliva el cual a los segundos se cortó cuando relami mis labios.— Esta podría ser una manera de recompensarte.

— ¿¡Qué!? ¿¡Solo eso!? ¡Hazlo de nuevo! — Reí ante sus quejas, me levanté antes de que este haga algo de lo que me arrepients después.

Caminé a mi habitación, encerrandome en esta y deslizandome por la puerta hasta quedarme sentado en el suelo. Recogí mis piernas y agaché la cabeza, escondiendo mi rostro. ¿Qué me pasó por la cabeza como para hacer eso con Mingyu? Idiota, Wonwoo, eres un idiota.

killer whale (minwon) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora