Conversación seria

134 10 14
                                    

Mmmmm zi... 11:01 de la noche. Momento perfecto para actualizar.

Si notan que hay ciertas diferencias en el diseño de estos weyes... perdón, no sirvo para ser consistente. (Y para nada en general equisde)

-----------------------------------------------------

POV Hank

¿Alguna vez les ha pasado que, cuando hacen algo y los descubren, se les empieza a revolver el estómago?

Esa sensación de incomodidad. Porqué sabes que hiciste algo que no debías hacer, que sabías que estaba mal, y los problemas que traería, pero aun así decidiste hacerlo. Y cuando te descubren, empiezas a sentir un malestar muy desagradable.

Ganas de vomitar y asco, en conjunto a los nervios.

Bueno... así te sientes ahora. Tus tripas suenan, pero no es por el hambre. Parece que hay algo dentro de ti que se mueve y da vueltas.

Van volando, cargados por los brazos de Jeb.

El camino se ve borroso, como si estuviera difuminado, debido a la intensa lluvia que Jeb provocó para evitar ser vistos.

Cómo es de suponerse, hay tensión, sobre todo hacia ti.

Le preguntaste si te prestaba la escopeta, para tratar de apoyar un poco en el escape, pero te respondió que no, fríamente.

Miras hacia abajo, mientras pasan por encima de los edificios y demás, dirigiéndose hacia el muro.

...

El tiempo pasa, ya han sobrevolado la separación.

– Hank, súbete a mi espalda. Debo hacer una llamada y tengo los dos brazos ocupados. –

Obedeces, escalando hacia la espalda de Jeb.

Una vez que estás bien sujeto, escuchas cómo oprime el aparato en su oído.

– Si... ya los tengo. –

Escuchas murmullos al otro lado, probablemente sea 2B, pero no distingues las palabras.

– Okey, solo deja que ponga a... el otro... en algún lugar. En media hora estamos con ustedes. –

...

Ya en los rojos cielos de su Nevada, Jeb empieza a descender.

Se detiene por un momento y deja al payaso en el suelo. Este levanta la cabeza, confundido.

– ¡Ey! – grita.

– Lo siento mucho. – le dice Jeb – pero tú no vienes con nosotros. –

Antes de que Tricky pueda seguir hablando, Jeb vuelve a elevarse y se alejan rápidamente. Giras la cabeza y te despides con la mano, en silencio.

No te preocupas, el payaso puede buscarse un camino por sí solo.

Además... no puede alejarse por mucho tiempo... Si es que quiere cobrar su parte del trato.

...

Llegan a casa. Por increíble que parezca, la lluvia sigue. Es muy raro en esa nevada, y a la vez una mierda, ya que todo el suelo se vuelve resbaloso.

Solo Jeb es capaz de hacer algo así. Él trajo los truenos, ya se había tardado en traer algo de lluvia.

– ¿No deberías hacer que pare ya? – preguntas.

– No. Quiero que desaparezca cualquier rastro posible. No sé qué más hicieron tú y tu noviecito, pero mientras podamos borrar cualquier evidencia física de ustedes, mejor. –

Madness Adventures (Madness Combat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora