[o4]- Pasatiempo - Pequeña Discusión.

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  Al despertar, Missa se encontró con Quackity dormido en su sala, lo cual no era sorpresa.

— Quacks —Missa lo tomó por el hombro y lo sacudió un poco, pero no despertó, estaba dormido.

  Lo dejó ahí, yendo a la cocina, y encontrando ahí algunos pocos platos en el trastero secando, seguro de Spreen que se había ido temprano con Shadoune.

  Sonrió inconscientemente al pensar en el oso, y comenzó a prepararse un desayuno simple, unos huevos fritos, que al final parecían una mezcla entre fritos y revueltos. También le hizo unos a Quackity, aunque un poco más decentes.

  Había olvidado todo el tema del día anterior, mientras comía tranquilo, luego vió a Quackity entrar a la cocina, ambos sonrieron al verse.

— Buenos días, Quackity.

— Hola, Missa.

  Missa le dió su desayuno al pato. El desayuno se encontraba más silencioso, raro cuando estaba Quackity, quien comía despacio y sin interés. No es que no le gustará, si no que se encontraba sumido en sus propios pensamientos, hasta que Missa decidió preguntar, extrañado por el comportamiento, aunque no esperó la respuesta del pato.

— Rubius es un pendejo —dijo sin más.

— ¿Te... Te peleaste con él?

  Quackity solo asintió, no queriendo decir más. Algo que era raro que sucediera es que Rubius y Quackity pelearán en serio. Solían hacerlo, pero en broma, solo para molestar al otro, y nunca acababa en nada grave, solo en risas.

— Oh... Bien... Entonces te puedes quedar aquí el tiempo que quieras.

  Ofreció, sin saber que decir ante está situación, pues era rara.

  Durante el día, Missa hizo varias cosas junto a Quackity, con el principal objetivo de distraerlo del tema con Rubius.

  Una cosa que hicieron fue pasear mientras Missa pastoreaba sus pocas ovejas, con un Quackity más callado de lo usual. Intentaba animarlo, bromeaba un poco y contaba historias que lo distraerá, Incluso llegó a cantar e hicieron dueto, canciones mexicanas, aunque sin ninguna afinación a pesar de que tenían buenas voces para cantar.

  — ¡Pero tanto limón no!

  Después de regresar a casa, se decidieron por hacer carlota, Missa recordaba la receta e iba diciendo lo que tenían que hacer, aunque teniendo algunas equivocaciones en el proceso. Quackity estaba distraído, y era similar a otros días donde jugaban y bromeaban, pero se sentía diferente.

  Missa arregló la mezcla y comenzaron a ordenar las galletas, también conforme se concentraban en esta, el ambiente iba cambiando, solo risas mientras jugaban un poco y Quackity se robaba un poco de mezcla. Algunas capas de la carlota terminaban algo gruesas, ya sea porque eran muchas galletas juntas o era mucha mezcla.

  Después de un rato, terminaron la carlota y la metieron al refrigerador.

— Entonces a esperar.

  Para no perder el buen animo, Missa "organizó" una competencia de dibujos, sin jueces todavía, después harían votar a Spreen y a Shadoune, y si podían quizás a alguien del pueblo, y si tenían, encontrarían a alguno de sus demás amigos.

  Missa se decidió por dibujar a un Kirby con motosierra y Quackity un pato con lentes y gorra. Missa mencionó que si era una especie de autorretrato, aunque en su opinión, hubiera esperado otra cosa de Quacks.

  Por la tarde, estaban jugando videojuegos, aunque cuando se dieron cuenta, ya era de noche y Spreen y Shadoune habían vuelto, algo apresurados, y con razón, habían huido de los mobs, aunque llegaron ilesos gracias a qué los terrenos cercanos a las casas estaban iluminados.

— ¡Quackity! —saludó Shadoune con entusiasmo.

  Fue un abrazo entre ambos, pero por disimular, Shadoune también abrazó a Missa en cuanto lo vió. A fin de cuentas todos eran amigos. Spreen miró antes de acercarse a Missa.

— ¡Mira lo que te traje!

  Spreen saco el juguete de calavera y se lo mostró a Missa, que como niño pequeño se emocionó.

  Shadoune y Quackity platicaron un rato mientras ahora eran Spreen quien jugaba videojuegos con Missa.

  Estaba hablando de su discusión con Rubius, y Shadoune estaba dispuesto a escucharlo.

  Aunque ahora que lo estaba hablando, a Quackity le había parecido un poco exagerado lo sucedido, quizás había podido hablar con él y arreglarlo y prefirió irse a cada de Missa durante todo el día, y quizás por la noche, ya que parecían haber más mobs de lo usual.

  A pesar de sus propios deseos, Shadoune no querría que Quackity dejara a Rubius, sabía que la discusión de la pareja no habría sido para tanto, pero si por otra razón se llegarán a pelear y se separan, Shadoune sabía que Quackity quedaría emocionalmente destrozado, y no querría ver eso, quería verlo feliz aunque no sea con él.

  A la mañana siguiente, Shadoune acompañó a Quackity a casa.

  Quacks se sentía un poco avergonzado así que fue Shadoune quien fue a tocar la puerta, siendo recibido por Rubius.

— ¿Quackity? —Preguntó Rubius apenas abría la puerta—, oh... Shadoune...

  Se desanimó un poco y se notó en sus orejas.

— Aquí estoy, Rubius —llamó Quackity a unos pasos detrás del francés.

  Inmediatamente Rubius fue a abrazarlo.

— ¡Lo siento! —se disculpó Rubius mientras alzaba a Quackity en el aire.

  Shadoune solo miro, sonriendo por Quackity. Aunque sabía lo feliz que era con Rubius, no podía evitar sentir envidia, conciente de que era mala, también sentía dolor.

— Creo... Creo que ya me voy... —dijo Shadoune, rascando sus muñecas con un poco de nerviosismo.

  Se despidieron, él fue a su casa, dónde se pasó gran parte del día. ¿Por qué se sentía así? Había estado mejor ayer, hablando con Rakkun y Cap junto con Spreen, y ahora...

  En su casa se la pasó en cama, no tenía que salir. Y durmió gran parte del tiempo. Solo se despertó por la tarde para ir a casa de Missa, ya no quería sentirse tan solo.

Juntos - MisspreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora