CAPÍTULO 5

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Me gustaría volver a sentir que tu me miras,
sentirse la única persona en tu vida, rozar tus labios sin preocupación alguna, y ver como me sonreías.
Por seguir pensando en ti yo caigo preso,
cadenas de recuerdos me arrastran al suelo,
la llave de mi cárcel es olvidar y no puedo,
por que dime como olvido a la única que quiero.
Estoy confuso,
no se si tu comprendes que ieres a mi corazón que no entiende de leyes, prefiero mil mentiras a escuchar que no me quieres,
por que es duro estar vivo y sentir que te mueres.
Mi corazón corre peligro si tu no estas, mi vida no tiene sentido si tu te vas,
me hago daño si miro atrás y veo que después de ti no hay nada más.

La escribí en el diario, con una que decía:
Léela.

Dejé el diario en su taquilla antes de que empezaran las clases, a primera abrió la taquilla, y yo la estaba esperando en la esquina con un amigo que sabía tocar la guitarra, era una canción, una canción para ella.

La empezó a leer y yo salí con mi compañero que empezó a tocar. Estaba llorando, pero no quería que esté triste. Cuando acabé me agarró y me besó, con una sonrisa, hizo que sonriese yo también.

-Esta será nuestra canción.- le dije.

Estábamos a final de curso, nos íbamos a graduar, en verdad la graduación fue algo realmente bonito, y creo que ya es hora de que sepáis lo que pasó...

Siempre contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora