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Narra Ruri.

Ah, si, la tranquilidad y estrés de un aula escolar. Cómo lo había extrañado.

Finalmente habíamos sido dados de alta. Mis costillas habían sanado correctamente, al igual que las otras quemaduras y golpes que había recibido, un poco más pronto que las heridas de Wooin o Jiwoo, quienes aún tenían un par de cortes sin sanar. Me había ofrecido a curarlas, pero ambos se habían negado y yo me había quedado sin conejillos de indias para practicar la transferencia de energía.

—No sabía que sabías sanar, Ruri— Comentó Jiwoo en aquella ocasión.

—Cuando tienes un núcleo que podría explotar en cualquier momento, lo mínimo que puedes hacer es aprender a sanar.— Respondí con simpleza.

— O-oh. Lo siento.

Aunque no sabía por qué se disculpaba.

— Jisuk, ¿Te importa si paramos a alimentar a los gatos de camino a casa?— Preguntó Jiwoo con una sonrisa tímida hacia el más alto, quien simplemente de encogió de hombros.

— Has lo que quieras, no me importa. Y deja de sonreír así, me das escalofríos.

— Jejeje.— Jiwoo estaba rebosante de alegría. Y podía entender por qué. Tenía 3 amigos, que para un niño solitario y temeroso como lo había sido él, era más que suficiente para hacerlo sonreír de tal manera.

Jiwoo era el tipo de persona que brillaba más cuando estaba rodeada de personas. Tal vez por eso Kayden había decidido quedarse a su lado aunque fingiera que le molestaba.

— ¿Acaso no tienes libros en esa mochila?, Parece que eres más flojo de lo que pensé— Se burló Jisuk.

Escaneé el área con la mirada en busca de algún gato callejero, pero aún nos encontrábamos en los alrededores de la escuela así que las probabilidades de que hubiera alguno eran pocas. Pero nunca cero.

En cambio, encontré una situación interesante.

— ¿Por qué se verguean a esos weyes cada 3 capitulos?— Apunté con mi dedo hacia aquella zona apartada, dónde una chica tenía su pie encima de uno de los amigos de Jisuk. Aunque el título de amigos les quedaba demasiado grande a la bola de ineptos.

— ¿Qué?, ¿Son ustedes sus amigos?— Alzó una ceja la chica que por algún motivo me resultaba demasiado conocida. Su corte "masculino" confundiría a más de uno, pero a mí no. Cruzamos miradas por una fracción de segundo y me frunció el ceño. Pero por algún motivo no era enojo. Era confusión.

Tal vez de verdad nos habíamos visto antes.

Cómo fuera, Jisuk ignoró el asunto y pasó de largo.

— Agh, me lleva la verga. No puedo.

Pero su corazón era más grande, porque me lanzó su mochila y caminó de regreso.

— ¿Qué tienen con hacerme ser la mula de carga, eh?—Me quejé, pero aún así me colgué la mochila sobre el hombro, sorprendiendome de que tuviera el peso correcto.

No esperaba que Jisuk fuera el tipo de alumno que trajera todos sus libros, o que siquiera asistiera a clases. Pero aparentemente las apariencias engañaban.

— Quítale el pie de encima, perra.
— ¿Cómo acabas de llamarme?
— ¿Qué?, ¿Estás tan sorda que necesitas que te repitan dos veces las cosas?

Saqué mi celular dispuesta a volver a grabar la pelea en caso de que todo escalara a mayores, mientras Jiwoo miraba a todos lados preocupado en busca de alguien que pudiera frenar la pelea. Wooin, por su lado, me quitó la mochila de Jisuk y la colgó sobre su hombro.

Youth Complex [Un fanfic de Eleceed]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora