Youth Complex [Un fanfic de Eleceed]

5

— Es una historia un tanto larga que se remonta a la época donde aún tenía esperanzas de lograr ser alguien en la vida.— Dramatizó Ruri, llevándose una mano hacia la frente y derrumbándose sobre Jiwoo. Sin embargo, su recién adquirido atributo eléctrico, que aún fluctuaba alrededor de Jiwoo le dio un toque.— ¡Auch!

— ¡Perdón!

— Prosiguiendo con mi historia, bueno... Digamos que era muy pequeña e inexperta— Se obligó a ponerse seria por la mirada de reproche de Kayden, y entonces sintió algo de vergüenza. Necesitaba tener su humor como escudo, o si no se sentía desprotegida.— Así que... Bueno, jeje, exprimí constantemente mi núcleo hasta que hizo ¡Puff!— Hizo un gesto de explosión con sus manos, riéndose, hasta que vio que ni Kayden ni Jiwoo se reían. La cara de Jiwoo se tiñó de preocupación, y la del gato anaranjado de nombre Kayden se mantuvo imperturbable.
«Lo sé, lo sé, la misma reacción tuvo mi abuelo cuando me vio convulsionando de dolor en el suelo. El punto, es que aparentemente mi núcleo sufrió tantas lesiones antes de volverse a sanar que quedaron "cicatrices", o algo así. El daño que recibió es reversible, según algunos doctores, pero como nadie sabe arreglar núcleos no lo he tratado como debería, y está muy defectuoso.

Señaló su corazón, casi con reproche, aunque la culpable había sido ella misma, su estrés y su necesidad de atención.

— con defectuoso, ¿A qué te refieres?— Preguntó Kayden manteniendo la misma seriedad.

— No puedo usar un control de fuerza conscientemente. Conozco un par, ya que solía estar afiliada a una organización de despertados, pero provoca tanto dolor que acabo perdiendo el conocimiento y teniendo convulsiones.— Explicó, rascándose la nuca con pena. Era la primera que lo contaba, o más bien, la primer amigo que tenía para contárselo. No buscaba ocultarlo cómo parte de su pasado oscuro, aunque sí se había reservado los motivos que la hicieron llegar hasta tal punto.

— Pero aún así, estabas usando un control de fuerza.— Mencionó Kayden, y Ruri asintió.

— Y ese es otro de sus defectos. No puedo percatarme de, pero mi núcleo actúa por su cuenta y aparentemente utiliza un control de fuerza propio. No he encontrado a ningún doctor que pueda explicarme qué pasa con mi núcleo, o arreglarlo, pero los mayores de la organización en la que estaba decían que para la fuerza que genero debe ser al menos un control de fuerza de alto nivel.

Su núcleo defectuoso era una arma de doble filo. Poderoso, pero doloroso.

—¿Dolió mucho, Ruri?— Jiwoo llamó su atención, posando una mano en su hombro con cautela. Ruri, quien siempre era la que le daba consejos y se mostraba resistente a toda ocasión, acababa de vulnerabilizarse, quizá por primera vez, delante suya. No pudo evitar preocuparse por su amiga.

Ruri apreció la expresión preocupada de su amigo, y en su rostro, que había mantenido todo el tiempo con una sonrisa tímida, apareció otra sonrisa diferente. Una sonrisa cálida.

— Dolió como la mierda.— Su sonrisa contrastaba con sus palabras.

Pero ese era parte de su encanto.

— Tu caso suena como el tipo de caso que a un conocido le gustaría resolver.— Suspiró negando con la cabeza Kayden. Y no mentía. Conocía a cierto bastardo excéntrico que sin duda era extraordinario para sanar, pero solo en aquellos se captaran su interés.

Solo iba a enseñarle un par de cosas, no se suponía que se involucrara tanto con ellos...

Pero Kayden no tenía de otra más que aceptar que era una situación lastimosa. Especialmente para una chica que irradiaba tanta luz con su presencia. Si era sincero, no podía imaginar cómo era que había llegado a tal punto. Algún día tendría una charla con quiénes fueran sus tutores.