Día 19
Después de lo sucedido en la mañana, me sentía muy desanimada. Tenía una cita con Leon a las 20:00 horas, pero no me sentía con ánimos. Angela había estado conmigo toda la tarde, ya que no me sentía bien después de la discusión con Deriam, y no quería dejarme sola. Ella sabía que tenía una cita hoy con Leon y no iba a permitir que la cancelara por nada del mundo. Mis pensamientos estaban en otros temas, especialmente en algo que Deriam había dicho.
-Angela... sabes, Deriam... bueno, él dijo unas palabras que me dejaron pensando. Según él, yo hablé con su nueva... novia-traté de disimular el dolor que sentí al mencionar esa palabra.
-Clara, escúchame bien, ambas sabemos que no fuiste tú quien hizo eso. Por más que lo odies, no eres ese tipo de persona -respondió con extraña seriedad que no la caracterizaba para nada, al mismo tiempo que juntaba sus manos con las mías.-Sin importar quién fuera y los problemas que Deriam tenga ahora, se lo merece. Llámalo karma si quieres. Yo no fui la que hizo eso, si te preocupa, y, lo que es más importante, tú no eres responsable, Clara. No te sientas culpable por algo que él cosechó. Después de todo, él fue quien lo sembró en primer lugar -Sonrio para luego besar mi frente.
Angela me conocía casi como nadie. Aunque Deriam hizo cosas terribles, no puedo evitar tener buenos recuerdos con él. No quiero ser la causante de su sufrimiento, algo que lamentablemente no es compartido.
-Si fueras hombre, juro que saldría contigo -susurré con una pequeña sonrisa.
-Lamentablemente soy mujer, sé que no dejarás de pensar quién fue el que lo hizo. Clara, no dejes que un pensamiento arruine tu cita -Respondió levantándose de la silla.-Vamos a ponerte bonita-Finalizó jalándome del brazo hacia mi dormitorio.
Angela tenía razón en algo, no dejaré de pensar en saber quién habló por mí. No pararé hasta descubrirlo.
No soy alguien que se arregla mucho para sus citas. Me gusta estar presentable, pero solo lo justo. Prefiero que Leon se interese en mí y no solo en mi físico. Me puse una playera negra que se pegara al cuerpo, pero solo lo necesario para que me viera bien. Un jean que hiciera juego con la playera, mi cabello suelto hasta la espalda y, por último, mi collar favorito.
Me sentía extraña en aquel parque. Hace solo unas horas había terminado oficialmente con Deriam, y realmente estar aquí me dolía más de lo que pensé. Ya hacía un tiempo que estaba soltera, pero nunca de forma oficial. Recordar la conversación hace que se forme un nudo en mi garganta.
-Hola, disculpa, ¿te hice esperar mucho? -saludó rascándose la nuca.
Leon se tomó lo de la cita mucho más en serio de lo que yo pensaba. Vino vestido con una playera sin mangas que dejaba a la vista un par de sus tatuajes de colores claros. En su mano izquierda tenía una pulsera de piedras blancas. Su cabello rizado estaba perfectamente parejo. Sus ojos eran brillantes y exóticos, como si fueran los de un felino.
-Te ves muy bien -susurré sin darme cuenta.
Me di cuenta de que había pensado en voz alta cuando vi que una sonrisa se formaba en su rostro.
-Puedo decir lo mismo de ti, Clara -respondió mirándome detenidamente.
Debería haberme avergonzado por su comentario o haber dicho algo más, pero realmente no sentí nada al escuchar sus palabras. Fingí una sonrisa, tomé su mano y empezamos a caminar sin dirección en particular.
-Clara, creo que ya sabes que pusieron una feria cerca de aquí. ¿Te gustaría ir? -escuché sus palabras detrás de mí.
Asentí con la cabeza, rezando internamente para que no vuelva a suceder lo que ocurrió hace unos instantes.
Pasamos unas horas paseando por la feria. Jugamos muchos juegos y él ganó un oso para mí. Era algo muy cliché, pero no deja de ser un lindo detalle. Comimos mucho algodón de azúcar y hablamos mucho sobre nosotros. Leon me contó que es el hermano mayor de dos niñas de ocho y diez años, trabaja como entrenador en un gimnasio y su última relación fue hace tres años.
Era la cita perfecta para cualquier persona, excepto para mí. No sabría explicarlo, pero de alguna manera me sentía incómoda. No me sentía a gusto con Leon era, como si estuviera en piloto automático, esperando el momento de terminar con la cita.
El momento de terminar con la cita llegó. Leon me acompañó hasta la puerta de mi apartamento, a pesar de que le aclaré que no era necesario. Leon se despidió de mí con un beso en la mejilla. Cuando se dio la vuelta, no sé qué me ocurrió, pero tomé su mano y, antes de que pudiera decir algo, lo besé. Él correspondió el beso y estuvimos así durante varios minutos hasta que nos separamos por la falta de aire.
-Creo que deberías irte -susurré con una sonrisa avergonazada de lo que hice.
Leon sonrió y luego juntó sus labios con los míos por última vez antes de irse. Cerré la puerta del edificio y no pude evitar soltar un suspiro de decepción conmigo misma mientras miraba al oso de peluche. No pude sentir nada al besarlo, eso jamás me pasó con Deriam...
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Como olvidar a tu ex en 30 dias.
RomantikClara sabía que su relación no era perfecta, pero nunca esperaba descubrir una infidelidad por parte de su novio. Ahora, tendrá que enfrentar las diferentes etapas de duelo después de la ruptura sin descuidar su vida diaria. ¿Podrá superar a su ex e...