32.Paseo familiar parte 5.

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Día 2 en la noche.

Jean sollozó en el regazo de su Ma, mientras su Perè le daba pequeñas caricias en su espalda y después en su cabeza.

Otras lágrimas salieron de sus ojos cuando el cielo volvió a sonar con más fuerza, escondió su cabeza en el pecho de su Ma.

Dio un grito.

—As-as que deje de sonar—Jean murmuró intento hacerse más pequeño y quería taparse los oídos, pero sentía que, si soltaba a su Ma, entonces el sonido se volvería peor. —Tengo miedo.

—Jean es un fenómeno natural de la naturaleza, no hay nada porque preocuparse—Su Perè dijo con simpatía—Te puedo asegura que pasara...

—Erwin—Su Ma dijo tono cortante, Perè guardo silencio—Jean. Son truenos y relámpagos, a veces pueden ser peligrosos si estamos en zonas no adecuadas—Jean lloro con más fuerza—Pero estamos en el bosque las posibilidades son pocas. Hey mírame—Jean levanto la cara con un gemido lloroso, su Ma le sonrió y tomo su cara con sus manos y con los pulgares seco unas lágrimas—Está bien tener miedo. Sé que el ruido puede ser intimidante, y puedes llorar toda la noche si quieres. Solo quiero que sepas que papá y Ma, estarán contigo.

Jean asintió... No sabía si asintió para confirmarle o confirmase que ellos estarían.

Lloro cada vez que el trueno hacia su sonido con fuerza, pero su Ma seguía abrazándolo y su Perè seguía dándole pequeñas caricias en el pelo.

—Nooo—Jean se estremeció cuando su Ma intento abrir la carpa. Si Ma abría la puerta, entonces monstruos podía entrar—Ma—dijo lastimosamente.

—Levi...

Su Perè parecía dudoso.

—Quiero que veas que estamos bastante lejos de la tormenta—Jean soltó otro torrente de lágrimas. —Solo será un momento, si aun tienes miedo lo cerrará.

Cuando la carpa fue abierta, Jean se acurrucó más cerca de su Ma... Pero lo único que pudo ver a lo lejos, fue una gran nube de colores oscuros. Si bien Jean pensaba que eran de colores muy deprimentes y nada bonitos como el verde y azul. Tenía que admitir que el color café, y algo morado se veían bien como si fuera esponjoso.

Pero ese tipo de esponjosidad no le gustaría tocar.

Aun así, era bonito.

Jean se sobresaltó y grito cuando del cielo callo un gran luz, no cerca de ellos, pero sí pudo verlo de lejos. El sonido hizo que su corazón se agitara como loco...

Pero el cielo se había prendido por unos segundos, y una ráfaga de aire había llegado a la cara haciendo a que Jean cerrara los ojos. De pronto como si ese hubiera sido el último sonido. Todo parecía con mucha calma.

Hasta escucho pequeños goteos en la carpa, como también vio gotitas de agua en la tierra...

—Nos vamos a ahogar—murmuró.

—No, porque tu Perè es precavido y trajo una carpa aprueba de agua, y está bien instalada—Su Ma respondió con calma y calidez. Jean tenía los ojos casi cerrados —¿Quieres comer algo?

—Si—Jean se separó un poco de su Ma, pero miro con duda—Pero la comida está afuera... En el auto.

—Quédate con tu Perè, iré a buscar comida—Su Ma, salió de la carpa.

Jean se acurrucó en el costado de su Perè, haciendo que su Perè pasara su brazo por su hombro. Cubriéndolo por completo. Aún no era su hora de dormir, pero Jean se sentía muy cansado, recién se estaba oscureciendo.

El Brillo De Tus Ojos (Eruri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora