Código 10-22

Capítulo 1 - Ideales.

— Deben desmantelar las redes criminales que actualmente están en la ciudad, llevan mucho tiempo causando inconvenientes aquí, y ahora que el agente "K" se encuentra aquí, podrá ser todo más fácil.

Explicaba el director del FBI.

Durante varios meses sus agentes se habían encargado de investigar las redes criminales de la ciudad, sin embargo era hora de hacer una misión encubierto para poder desmantelarlas y terminar con ello.

—Oficial "K", siendo que usted es un agente especial, le daré la tarea de hacerse pasar por uno de los suyos e investigar todo lo que pueda de ellos, darnos información sobre ello, el caso debe resolverse en unos meses, depende de usted el tiempo que tardaremos en su totalidad-. Su tono era firme, como de costumbre, no se podía esperar menos del director. Sus indicaciones eran claras y breves, caminando de lado a lado, con su mirada fija en el agente.

El manejo casi perfecto de armas era el fuerte del agente K, tenía varias habilidades las cuales les podían ser de ayuda para este caso. Era fácil, sólo debía infiltrarse en el lugar, investigar a la mayoría de los criminales y al final, hacer reportes constantes de su trabajo para poder desmantelarlos a todos. Aquel agente tenía una sed de "venganza", la cual la disfrazaba de justicia, aquel espíritu luchador y decidido era el causante de ser uno de los mejores agentes de la ciudad, quien desde hace poco era exclusivo del FBI.

 Era fiel a sus ideales, algo que lo caracterizaba era que trabajaba solo, aunque no podía hacer nada cuando los altos mandos ponían la investigación en manos de dos o más agentes.

...

—Hoy quiero presentarles al nuevo integrante de esta familia, su nombre es Dash y su buen uso en las armas nos será de mucha ayuda-. El jefe de la organización habló con su tono tan amable que le caracterizaba.

A un lado del jefe se encontraba su mano derecha, quien a voces del jefe, era como un hijo para él, así que le tenía un cariño especial. 

Maxwell siempre se encontraba a un lado suyo y era perfecto para hacerse pasar por una persona buena e inocente cuando el trabajo lo ameritaba, sus rasgos faciales podían hacerlo pasar desapercibido del ojo público como un criminal.

Era de esperarse que fuera quien llevara más tiempo en el lugar sospechara del nuevo, normalmente no era así con quienes recién llegaban, pero al ver a esa persona, algo en él hizo desconfiar y no dudó en comentarlo a su jefe.

— Disculpe, pero él no me da buena confianza sinceramente no le veo con cara de que sea uno de los nuestros.- susurró cerca del jefe mientras cubría su boca con una de sus manos para evitar que alguien supiera lo que dijo, pero al parecer eso fue inútil.

Una pequeña risa por parte del señor salió casi al instante de oír aquellas palabras, por supuesto que delataría a su joven miembro sin pensarlo dos veces, tomó aire y dijo; «Este muchacho de aquí tiene una excelente fama por su increíble manejo con las armas y si tienen algo que decirle, tengan cuidado o podrán conseguir que él les meta una bala en la cabeza»

Maxwell solo frunció el ceño mientras veía a su jefe sonreír, claro que sabía que no lo decía con la seriedad del mundo, lo conocía más que nadie y se podía escuchar su tono sarcástico al hablar. En cambio tendría cierto cuidado con el nuevo, ya que no lo conocía de nada, incluso nunca escuchó sobre él, aún no podía confiar en que de verdad fuera un criminal. Estaría siempre alerta.

La paz de aquel chico le fue interrumpida al ver que el nuevo integrante se acercaba a él, ¿Cómo pasar eso desapercibido?, si la presencia de él se podía notar a cortar distancia, era alto y de buen ver, nada comparado a él, que era bastante bajo y nada fuerte como los demás.

— Puedo entender que no te aspire confianza, quizás mi apariencia no sea la más acertada para hacerme llamar delincuente, pero tú también dejas mucho a la expectativa, al ser la mano derecha del jefe, esperaba un poco más.

¿Quién se creía aquel tipo?, aparte de ser el nuevo integrante se sentía con la autoridad y la confianza de hablarle de esa manera. pensaba el más bajo.

Aquel chico no respondió a lo antes mencionado por el rubio, solo decidió ignorarlo y pasarlo de largo, era un plan perfecto para no tratar con más personas. relacionarse con gente nueva no era lo suyo. Aunque su jefe tenía otros planes en mente.

«De ahora en adelante, Maxwell, trabajarás junto con Dash, pienso que sus cualidades podrían complementarse bastante bien.»

De pronto una mueca casi de disgusto se formó en el rostro del castaño, ¿Pretendía que trabajara con aquel engreído?, ¿Qué le pasaba al señor Ciro ahora?. A pesar de sus pensamientos no podía decir alguna objeción ante las palabras del jefe, solo asintió con la cabeza, pensaba en que solo sería por el trabajo, no podía poner adelante sus "caprichos" del trabajo, después de todo era un profesional, ¿no?.

...

Nota del escritor:
Hola!, realmente estoy emocionado por esta historia, desde hace tiempo la estoy escribiendo y hace años que no escribía algo y me lo tomaba en serio.

Bueno, realmente no se quiénes o quién lea esto, pero cuento con su apoyo!

¡Muchas gracias por leer el inicio de esta historia!

—Askw