Capítulo 10 - Pingüinos

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A pesar de siempre estar en grupos, los pingüinos eligen a una sola pareja para toda la vida, son monógamos y tienen una peculiar manera para enamorar a su pareja, y ellos eran como un par de estos adorables animales, solamente que en esta ocasión ninguno de los dos sabía que era mutuo.

—Hola... Ya sé que no tengo cara para venir a aparecerme por aquí, y sé que ha pasado más de un año que no vengo a verlos, aunque me disculparan, sólo vengo de paso, hoy tengo cosas que hacer, pero les prometí que si todo sale bien, vendré a visitarlos más seguido-. Su voz era suave y salía con naturalidad mientras sonreía al hablar. — Y mamá Discúlpame por esto, pero voy a renunciar a mi cargo en el FBI, quisiera vivir una vida tranquila con la persona que quiero.

...

—Supongo que ya les han llegado los rumores sobre que nos tienen en la mira, aunque básicamente nos tienen en búsqueda y captura. El tema aquí es; Maxwell ha estado investigando y llegamos a la conclusión que Dash, quien trabajaba con nosotros es un agente infiltrado, sin embargo no me da el corazón para arremeter contra él, si trata de capturarnos escaparemos nosotros hay que escapar sin llegar a activar nuestras armas o eso podría ser peor para nosotros.

El castaño escuchaba las instrucciones desde su habitación, estaba recostado boca arriba mirando al techo, únicamente podía pensar en una sola cosa, le habían mentido una vez más, sin embargo no se sintió como las veces anteriores se sentía en Paz, aunque... ¿Realmente podría escapar y vivir tranquilamente con la persona que más quería?. El futuro es incierto, no podemos saber lo que pasaría después, no podía predecir las cosas, pero ese brillo radiante aparecía apenas imaginaba aquel tan anhelado futuro.

Maxwell nuevamente estaba en el acuario, en los últimos días lo había estado visitando con gran frecuencia.

—¡Volví!, ya sé, hoy vine más temprano que de costumbre, pero estoy emocionado, Dash me dijo que cuando termine vendrá conmigo a verlos, me emociona que por fin lo conozcan, es un chico increíble además que muy lindo, su cabello rubio me gusta mucho y sus ojos verdes... ¡Ah! Y si quitan una letra a su nombre sería el mismo al de otro rubio que conozco–. Su voz parecía siempre llena de vida al nombrarlo, simplemente su corazón cosquilleaba al mencionarlo.

...

El cambio de ambiente lo hizo junto con su voz, parecía ser nostálgica ahora.

—Me hubiera encantado que los tres lo conocieran, es un chico en un chico muy enérgico y lleno de vida, tiene varios piercings y su cabello es lo que más me gusta, aunque sus cicatrices me atraen bastante... Saben que para mí eso es signo de lucha y valentía–. El rubio agachó la mirada al recordarlo, suspiraba iluso — Ese chico se ha vuelto la luz de mi vida...

El chico se quedó unos minutos más, dejando que la brisa lo cobijara y el sonido de las hojas lo acariciara.

Finalmente terminó por despedirse de ellos para después marcharse de ahí, no sin antes dejar los obsequios que llevó. El rubio se marchó del lugar, caminaba como si de una tarde de pícnic se tratara, por primera vez veía todas esas cosas que le rodeaban con sumo detalle, la vida quizás no era tan mala.

Estaba hundido en sus pensamientos hasta que si bolsillo vibró. —¿Sí?.

—Keith por fin contesta te estuve llamando desde hace horas.

—Ah, perdón, estaba algo ocupado.

—No vayas a la redada.

—¿Por qué no?, se supone que estabas en esto conmigo.

—Y lo estoy, por eso no puedo permitir vayas, sé las intenciones del jefe y si te ve ahí, ambos sabemos de lo que es capaz.

—Iré de cualquier forma, le prometí a Maxwell que lo salvaría y eso haré.

Código 10-22Donde viven las historias. Descúbrelo ahora