-Cuándo os pasé eso llamadme no pasará nada.-me dijo James.
-No os pienso llamar para que me digáis lo mismo que el resto.-le contesté enfadada.
Él sonrió acercándose a mi, nos encontrábamos fuera del castillo, en el profundo bosque, pero aún temía que alguien nos viera. El castillo parecía una casa de acogida, todos los invitados venían a alojarse aquí para el gran día, algunos me paraban para felicitarme ante mi nuevo cargo.
-Me encantáis cuando os enfadais.
-No me enfado tan solo me molesta, que todos digáis que puedo por ser quién soy.
-¿La futura Reina de Escocia?
El simple echo de recordarlo hacía que mis tripas se revolvieran.
Miré hacía los lados para asegurarme que nadie estuviera mirandonos para abrazarlo.-No lo repitáis más a no ser que queráis que os vomite a sus pies -noté como todo su cuerpo era tensaba.- huyamos.
-¿Huir?- dijo incrédulo mientras me apartaba de él.
-Sí, mi hermano será Rey, como debe ser, nosotros nos casaremos sin importar lo que opine nuestros padres.
-Querida no podemos huir, yo al menos no puedo huir.
Al veces se me olvidada su completa sumisión hacia mi padre y nuestra patria. Entristecida empecé a caminar de vuelta al castillo, no hacia falta que le dijiera que no me siguiera habíamos venido bastante veces para que supiéramos que no debíamos estar juntos en público y menos si venimos de un bosque. Noté como mis ojos se bañaban en lágrimas, no porque James no quisiera huir conmigo, sino porque sabía que al ser reina ya no habría un James y Lucy, sino un rey viejo asqueroso y Lucy.
-¿Qué hace por aquí princesa?- dijo alguien detrás mía.
-Sophian, -dije al girarme y ver quién era- me ha asustado.
-Lo siento no era mi intención, tan sólo me sorprendió verla por aquí.
-Si, me agobiaba en castillo con tantos invitados.
-Si me permite -dice avanzando hacia mi.- creo que necesita un abrazo.
Me dejó abrazar por Sophian que por fortuna se había creído mi pequeña mentira.
Sophian y yo fuimos grandes amigos, pero crecimos, tomamos diferentes caminos, e igual que con James debimos alejarnos por nuestra clase social distinta.
Luego, después del accidente, lo volví a ver.-Sophian deberíamos separarnos, alguien nos puede ver.-le dije separandolo de mí.
-Disculpe mi idiotez, pero verla así me duele.
-No os preucupeis tan sólo son los nervios de mañana.- lo miré a los ojos sabiendo que no era una buena idea. Siempre que lo miraba a los ojos le contaba toda la verdad.- Tan sólo es... quiero que mi hermano sea Rey... por su seguridad.
De algún modo Sophian logró comprender mi preocupación sin llegar a decirle nada más, me observó durantes unos instantes frunciendo los labios, como cuando se enfadaba o intentaba buscar una respuesta cuando era niño.
-Siento decirle que sea o no Rey vuestro hermano siempre estará en peligro.
Baje la mirada hacía el suelo intentado que las lágrimas no salieran, notaba como mis labios se hinchaban y cogían temperatura, lo que quería decir que a la mínima que dijera algo, que emitiera algún sonido, las lágrimas saldrían disparadas.
ESTÁS LEYENDO
Reina de Escocia
FantasiCuatro chicos, un hombre, una mujer, una maleficio. Un destino.