Capítulo 2

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-En persona-dijo antes de hacer una media sonrisa.

-¿Que haces aquí? Yo que tu no me apostaría en esa cama necesita que la laven.

- ¿Has follado aquí?-señaló la cama, pero yo negué con la cabeza.- ¿Qué porque estoy aquí? Tu hermana me invito a su boda, estaba al fondo con algunos "amigos"-hizo comillas con los dedos mientras decía la palabra amigos- de Daniel. Le doy un diez a tu gran salida. Y un ocho cuando empujaste a tu hermanita, si la hubieras echo caer a los pies de Daniel seria maravilloso.

-Esa zorra...-murmure- Sabéis perfectamente lo que dijo la profecía: Amar no podrán o el caos volverá. No se lo que no entendéis en esa frase.

- Perdona por no ser como usted mi Reina, puede que sea un ser oscuro pero yo te sigo amando. Mi padre no me impidió,amarte ni el tuyo, y por supuesto que una profecia no va a hacerme olvidar que me iba a casar contigo.

- Deja de decir bobadas, hoy no estoy para uno de tus discursos James.

- Perdóneme usted no pretendía enfadar al demonio-dijo en tono burlón, intentaba mantener la calma pero cada palabra que decía era carbón para mi fuego interior.- Bueno mientras tu estabas celosa porque tu mejor amigo se iba a casar con tu hermana yo he estado investigando, y tienes razón esa boda va ser nuestro fin.

- ¿Cómo lo sabés?

- A todo problema hay una solución querida, pero la solución no te va a gustar.-me dí al fin la vuelta y lo mire, llevaba un traje azul marino, sin corbata, tenía un par de botones abiertos. Tenía la barba de hace dos días, todo lo hacía tan... sensual.  Casi tenía ganas de besarle... de arrancarle la ropa... de comerme su corazón- Vaya, estas realmente enfadada o necesitas un polvo.

- Di la solución antes que te arranque el corazón.-masculle.

Me observó durante un instante, el suficiente para ver en sus ojos el temor. Me cogí al sillón del piano clavando mis uñas en él. Tenía tanta hambre...

- Nos tenemos que volver a juntar todos, debes aprender un hechizo que nos haga viajar en el tiempo a todos no sólo a ti.

- Ya lo intentamos lo de viajar en el tiempo y no funcionó. Y mi magia sigue siendo débil, ya no soy la bruja que era.

- ¿ Y tu hermana?

- ¿No te acuerdas? Ella sólo tiene poder en el tiempo, y los cinco elementos. Créeme sabe muy bien como hacer que la gente arda, pero no llega a hacer ningún hechizo.

- Lo suponía...Eso pone lo pone todo más fácil para mi -lo mire con curiosidad, y los dos sabíamos que si no cuidaba sus próximas palabras le iba arrancar su oscuro corazón- tenemos que ir a ver a tu padre, lo vi como hace diez años ya controla la magia ¡Me cago en la puta!  acabas de romper el sillón, ¿cuál fue la última vez que te alimentaste?-preguntó acercándose lentamente

- El suficiente para querer alimentarte de ti -se paro durante unos segundos me observó y volvió a caminar hacia mí.- Mi padre murió en el incendio que creo Sheena.

- Sabes que no, Sheena creo el incendio para que tu padre vaya a ver como su mujer se moría. Para que el sintiera lo que ella sintió cuando la abandono por su mujer.

-Por su culpa Edwin y Davina murieron, por su culpa ahora somos monstruos.-se arrodilló ante mi y puso sus manos en mis rodillas- Tú quieres morir ¿me equivoco?

- No, pienso vivir hasta que tu nos salves, además-me coloco un rizo detrás de la oreja con tanta delicadeza, con tanto amor, como si aquel rizo fuera un bebé.- Yo se que no podrías hacerme daño incluso hambrienta como lo estas ahora.

Sus palabras me calmaron, me había hechizado. Me había ganado a mi propio juego.

- Te odio -abrió sus ojos como platos al decirle aquello- me has hechizado para no alimentarme de ti, te odio.

- Ya sabes que no te puedes alimentar de mi al no ser que quieras que los dos nos  muramos.

- Los dos sabemos que darías la vida por mi,-me levante y empecé a irme- sigo con hambre ¿crees que aún quedarán alguien en el parking?

- Lucy... - me observó intentando encontrar algún punto débil, pero con los años aprendí a controlar mis emociones y ser fría. Algunos dicen que es lo mejor para que no te rompan el corazón, mienten.- Seguramente habrá un idiota qud pasará por aquí-dijo dándose por vencido.

- Siempre hay un idiota en el momento inoportuno- estaba en la puerta y vi que seguía al lado del piano. -¿Vienes? Vamos a alimentarlos como en los viejos tiempos

Reina de EscociaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora