Samantha seguía atónita ante la imagen de quien fuese uno de ellos destruyendo la mansión solo el grito desesperado de Milena pudo hacerla reaccionar, no logre entender lo que dijo Milena pero fue suficiente para que Samantha Se moviera a toda velocidad y me ordenase seguirla. Mis piernas aún no estaban completamente recuperadas y mantener su ritmo se convirtió en una tarea cuesta arriba. Logramos crear una brecha entre nosotros y Víctor pero preparados para interceptarnos se encontraban varios de sus secuaces. Eran docenas y nos habían flanqueado, con todo y eso no nos detuvimos por el contrario aumentamos nuestro paso. Cual fuese el plan de Samantha no se estaba delatando, se podría deber a que lo estaba haciendo adrede o a que no tenía ninguno.
Había observado lo suficiente para saber que Don Sebastian, como gran estratega, los habría hecho memorizar planes si esta situación llegase y respaldos a esos planes. Más temprano bajo ese mismo principio Milena me explico como habían podido dar con Samantha, luego de que ella se adentrase al bosque y saltase de una cascada. Según Milena una fuente los había guiado hasta una posible pista acerca de la identidad de los asesinos y la misión de Samantha era investigar, sin embargo cuando Samantha no apareció en el lugar acordado el protocolo dictó revisar las zonas que con previsión habían marcado como locaciones secundarias. Cuando tampoco la hallaron allí revisaron que rutas alternas Samantha habría tomado y entonces fue que nos hallaron. La previsión y redundancia de Don Sebastian eran muy efectivas tanto que las maniobras de evasión para llegar a la mansión volviendo de una misión triplicaban el tiempo necesario para llegar, por eso se había mantenido en secreto esta locación hasta para la mayoría de los prodigios. Solo espero que esa paranoia haya formado un buen plan de escape en caso de que todo lo demás fallase y la mansión fuese atacada.
Samantha cambio de dirección abruptamente y se dirigió hacia Víctor, su mirada era intensa. Sin dudas. Víctor vacilo por un instante pero Samantha no se detuvo, una sonrisa se dibujo en la cara de Víctor mientras dejaba que su deseo de sangre lo impulsara, su lengua recorriendo sus labios mientras tomaba un puñal de su bota y con un gran impulso comenzó una carrera directo hacia Samantha. Como dos trenes a punto de estrellarse eran ellos, los marineros corrían tras Samantha y de mí reduciendo poco a poco la brecha. Víctor tardo en reaccionar y eso le costaría. Samantha se había desvanecido a poca distancia. El plan había sido arriesgado pero funcionó. Debido a la rapidez de todo no me había percatado que estábamos en la estación subterránea y tampoco Víctor, todo hasta este punto había sido una distracción, Samantha había influenciado la posición de sus perseguidores al correr en sentido contrario a su verdadero destino cuando giro para correr en dirección de Víctor en realidad estaba corriendo en dirección de la entrada del túnel. Desde el sentido donde Víctor venia no se podía percibir el túnel. El único problema con este plan es que esa salida era un laberinto subterráneo que reducía su espacio.
Finalmente Víctor vio el túnel y se detuvo en la entrada al mismo tiempo que yo, su sola presencia era escalofriante. El mecanismo había sido activado, me zambullí de inmediato buscando a Samantha, mis ojos no se habían acostumbrado aun a la oscuridad por eso solo podía sentir como el espacio se reducía cada vez más. Si esto era un plan era uno arriesgado si no... era suicidio. Víctor pensaba igual que yo, el había entrenado aquí y conocía la única salida y esa era la propia entrada.
Samantha podía salir y morir a manos de Víctor o morir aplastada aquí, con el consuelo de que quien la siguiese al túnel correría el mismo riesgo. Si este era el plan de Don Sebastian podría haber funcionado que Samantha entrara y que desde algún otro punto Martin y Milena detuviesen el mecanismo, eventualmente los perseguidores hubiesen entrado al túnel pensando que su objetivo había escapado dejando la entrada libre para que Samantha saliera y el mecanismo se pudiese activar otra vez, el plan hubiese funcionado si su perseguidor no hubiese sido uno de ellos quien sabía cómo funcionaba la estación. El espacio seguía reduciéndose pero mis ojos ya se habían adaptado y pude vislumbrar algo moviéndose, me acerque lo más rápido que pude, era una mano. Era Martin.
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Las Memorias del Tiempo.
FantasyEn demasiadas ocasiones hemos oído historias que han transcurrido a través de las épocas; esta no es una de ellas. En una situación sin precedentes Tiempo y Ocasión son acompañados por una tercera figura cuyo arribo transforma todo lo conocido por...